Es extraño este fenómeno del destino, despiertas un día y todo parece ser lo mismo, las nubes grises que no viajan lo suficientemente rápido, el tiempo que nunca se muere, las manos que necesitan acariciar a alguien pero la mente que no soporta ninguna presencia. El día sigue avanzando y tu solo te quieres quedar atrapado en ese ultimo segundo que no parecía tan malo, pero llega otro y los recuerdos lo llenan de lo mismo y la vida se llena de nada. Ya para el mediodía comienzas a llorar por que no ríes, miras un espejo y te ríes de tu existencia inútil, buscas algún rastro de naturaleza y te lo llevas al estomago simplemente porque es la costumbre, al igual que respirar, al igual que caminar, al igual que pensar. Pero nada de eso parece ser lo suficientemente interesante como para desear volver a vivir otro día.
De momento llega la luna, se asoma por la ventana, te saluda, enciendes un cigarrillo y le das la espalda. Tomas un lápiz y comienzas a vegetar en el mismo espacio en blanco que sirve tanto para llevarse la vida como para llevarse la muerte. Vuelves a reír por lo que se dibuja en la hoja de papel, lo miras una vez, otra vez y le das un ultimo vistazo, y es que las lagrimas que brotaron ya no te dejan ver mas... El cansancio termina por cerrarte los ojos pero antes de que lo haga tu cerebro, envías una oración al cielo, la envuelves con sangre y le das un beso, "por favor, ya no mas". Pero nadie escucha esa oración, pareciera que dios esta demasiado ocupado levantando muertos, o acostando vivos. No tiene tiempo para fantasmas encarnados.
Ocurre que en el sueño no pasa nada, solo imágenes absurdas, acompañadas de seres extraños, a veces con alegría otras con miedo, inclusive hasta puedes convertirte en héroe, puedes matar, puedes morir, aunque jamás puedes terminar de perder la conciencia; pero en algún momento de tu gloria, un haz de luz te golpea la cara y todo se comienza a borrar, los rostros que te miran, las brujas que te persiguen, los monstruos que te besan, todos se van. Abres los ojos y ahí esta el sol, pareciera que se burla de ti, pareciera que te reprocha, y de momento te vuelve a ignorar, miras al cielo, frunces el entrecejo y con todo el sarcasmo que el cansancio te permite crear dices: Gracias.
Sales a la calle porque resulta que tanto cigarro muerto ha dejado el ambiente demasiado pesado, porque resulta que ya hueles a muerto. La gente pasa demasiado deprisa como para darse cuenta de tu existencia, agachas la cabeza y comienzas a notar que existe un reino ahí mismo en el piso, cuentas los pasos, esquivas insectos, cruzas líneas y comienzas a oír hablar al polvo, parecieran ser como la gente, se queja del calor, se queja del frío, se queja de la noche, se queja del día, se queja del dinero, se queja de la pobreza. Llega un momento que el ruido es tanto que te comienzas a sentir mareado, levantas la vista y el semáforo de la esquina a la que llegaste se ha puesto verde. Metes la mano en el bolsillo, te revisas la camisa, la cartera, los pantalones y descubres que no, no tienes ninguna pistola, ni ninguna cuerda para adornar tu despedida. En medio de tu búsqueda el semáforo se ha puesto rojo y perdiste tu oportunidad de ser auxiliado por el metal. Una duda te atormenta la cabeza, ¿para qué seguir hacia adelante?, das la vuelta y cambias de calle, al final todas te llevan al mismo lugar, nuevamente el haz de luz te golpea la cara - es eso- estoy dormido, es hora de despertar, levantas la mirada y encuentras un rostro, si no hermoso (quizás un poco demasiado) por lo menos distinto, una sonrisa te provoca sonreír a ti.
Y de momento te encuentras enfrente de alguien que hace diferente el día, ¡sigo dormido! -piensas mientras aprietas los ojos-, ahora resulta que la bruja se ha convertido en ángel, pero ha diferencia de otros sueños ella habla: -hola-.
El tiempo parece correr más rápido, las nubes se detienen, el calor te provoca un agradable cosquilleo por todo el cuerpo y nuevamente tus manos (ahora sudando) comienzan a buscar algo, ¿pero quien anda cargando flores en los bolsillos en estos días? Y las dudas vuelven a golpearte, ya sabes la respuesta; pero, ¿qué mas da? estas enamorado.
Ese extraño fenomeno
- angelus
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- LOS OJOS DE ADAN
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angelus
Muy bueno amigo...te extrane por aqui...