Un árbol meció sus ramas, una pequeña ave piaba frenéticamente, al momento que aleteaba.
Miré tus ojos. Tan perfectamente enmarcados, por el aire melancólico que se respiraba. Llorabas. Levante la mirada lentamente y te dije “algún día nos volveremos a encontrar”. Los dos sabíamos que no sería así. Pero nos aferrábamos a la idea de que no podía terminar.
Finalmente nos despedimos, tú con lágrimas en los ojos, yo con un gesto de profunda tristeza. Traté de contener el llanto, pero finalmente éste es ni más ni menos el símbolo de mis sentimientos. No puedo dejarte ir y sin embargo te estoy perdiendo…
El adiós sonó tan hueco, pero tan profundo, porque salió del fondo de nuestros corazones. Me diste la mano y te fuiste, desprendiéndola suavemente, me dijiste nuevamente adiós.
En ese momento descubrí cuán importante es tu presencia en mi vida; es casi como, si al paisaje le hubieran robado el sol y las penumbras hubiesen ocupado su lugar. Se me dificulta respirar y el corazón me palpita aceleradamente. La ansiedad se apodera de mí.
Tu ausencia es difícil de superar, pero lucharé por ti y por mí. Ahora comprendo que no debo dejarme vencer, tu partida me causó un sufrimiento muy grande, pero también me hizo comprender lo importante que es luchar por lo que uno quiere.
Al principio actuaba muy débil ante tu ausencia, me desmoronaba fácilmente y reconozco que más de una vez lloré. Pero ahora sé que quiero volver a verte y lucharé por ello.
Mi inspiración se refleja en lo azul del agua, mi pensamiento vuela hacia a ti, con la fuerza arrasadora del impetuoso viento y mi fuerza interior se ha vuelto tan poderosa como esta tierra que piso. Finalmente tú estás en todo mi entorno, en ocasiones veo tus ojos en las estrellas que iluminan la obscura noche y tu cabello en las ramas de aquel árbol que alguna vez presenció nuestro adiós. El ave que en ese entonces piaba, ahora ha crecido, quizá tanto como he madurado en mi interior.
Ahora sólo espero tu regreso, que tus ojos vuelvan a mirarme y que de tu boca salgan esas palabras llenas de ternura hacia a mi. No importará si nuestros caminos se separaron, después de todo no es valido retener a quien ya no te quiere. No importará que ahora pertenezcas a otra, sólo sueño con tus palabras sinceras, en tu sonrisa siempre dispuesta a aliviar cualquier dolor. Solo… solo quiero volver a ver tus ojos enmarcados en el entorno melancólico de mis sentimientos...
A VECES INTENTO OLVIDARTE, PERO RESULTA IMPOSIBLE, ESTAS TAN DENTRO DE MI QUE NO PODRE BORRARTE POR MAS QUE LO INTENTE. TE AMARE HASTA LA ETERNIDAD