INM€R€Ç€ÐØRA

[Ch'aska]

INM€R€Ç€ÐØRA

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Del llanto ahogado de la angustia diaria. Indigna soy de preocupaciones y desvelos. Dios¡ No me lo perdono, el haberme vuelto tan indolente.
Mira tú, abre tus podridos ojos y ve en lo que te has convertido. Que en tu escape al sufrimiento, en la búsqueda de tu coraza de diamante, de no querer encontrar el dolor que te destroce nunca más, lo has logrado, lo has conseguido, alégrate mucho. Pero llora; más que risas, te mereces el llanto por tu infausto logro, porque date cuenta te has vuelto indolente, un ser inerte, sí, nada te hace daño ya, pero tampoco nada te conmueve. “No sensaciones” una vez mas, adiós dolor, adiós alegría. El precio a pagar por no llorar, es no sentir, es no reír, es hacer sufrir.

Míralos. No, espera, detente, ni siquiera te atrevas a verlos a los ojos, es demasiado. No lo vales, no lo valgo. Mi figura perversa en sus pupilas es demasiado.
Si pudiera volver a nacer… Y así talvez acabar con su dolor,
Terminar conmigo y ser lo que esperan
No valgo ninguna de sus atenciones. No.
Ni sus miradas tiernas; anhelos, esperanzas, sueños en mi

He de obligarme a cambiar poco a poco para decepcionarlos un poco menos cada vez. Pesa más sus miradas inadjetivables, mudas y expresivas que me dicen todo sin siquiera un movimiento.
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