Un Accidente por dentro

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Cumulus Tormentus
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Un Accidente por dentro

Mensaje por Cumulus Tormentus » 19 Ene 2005, 19:24

Un accidente por dentro

Sol y Éxito, todos preguntan, todos se amontonan.
Exigencias: Cada vez más lejos, cada vez mas alto, cada vez más rápido.
Desafíos: poner proa a lo desconocido, seguir descubriendo cosas, aún hay mucho por aprender.
Presión: Esclavo de tus propias actitudes, vivencias, logros.
Estupidez: Creer ser lo que no se es.
Malestares: Deseos vs. Deber.


Ingredientes excelentes para generar la más destructiva bomba de tiempo. Ya está marcha, pero no me doy cuenta del todo. Hago los ajustes finales y un cambio de ultimo momento, para cuidar al otro, para dañarme yo. El deber se había apoderado tanto de mi, que no podía permitirme ciertos “Lujos”, entonces, con otros logros cubriría falencias del corazón. Era “Matemáticamente” perfecto, siempre, la razón y el deber, podían imponerse al corazón, quienes se guiaban por el corazón, no lograban nada en la vida...
...
No es correcto el lugar, no lo lograré, pongo flaps en 0, bajo la nariz y aumento mi velocidad a 120 km/h, tengo la pista a mi lateral izquierdo, pero el viento es fuerte y está a 90 grados de ella, la máquina está fuera de los límites de operación para entrar ahí, lo se, entraré en este campo, si pongo los flaps en posición 3, entro perfecto en este rastrojo... pero ya avisé que entraría en la pista del fumigador, ya avisé que me vengan a buscar con el avión remolcador, invierto mis prioridades, me visto de Gardel y Lepera y cuando veo la cabecera justo a mi costado tiro palanca atrás, pongo flaps, 1, sigo virando, ahora posición 2, el viento me tira de costado, corrijo deriva y meto Posición 3, el viento es mayor a lo que me imaginaba, la pista se me va a la derecha y no logro meterme en su eje, esta `pista es demasiado corta para esta máquina, bajo el ala derecha como desafiando al viento, corrijo aún más la deriva, vengo demasiado rápido, el piso se viene encima, pego, reboto y el viento me sigue empujando, hay una línea de alambrado muy cercana, a tan solo uno o dos metros de la punta de ala izquierda, tiro toda la palanca a la derecha y me paro sobre el pedal derecho, sin embargo es inútil, me sigo saliendo del eje, hago un esfuerzo más y de pronto la punta de ala izquierda impacta contra algo provocando un giro de 90 grados, me voy encima del alambrado.... ¡ma si, se me acaban los problemas!
Estruendo ensordecedor....
Silencio total....
Siento un silbido en mis oídos, un silbido extraño.
Hay mucha paz. No me duele nada, no se que pasó, no tengo ni la menor idea, pero estoy bien, no siento nada, no me duele nada, y estoy tan relajado que ni siquiera puedo abrir los ojos.
Recuerdo cosas, muchas cosas. Recuerdo el televisor que había en casa cuando era chico, uno blanco y negro. Con una cortinita en su frente hecha de varillas de madera, que se cerraba para proteger el tubo y quedaba como si fuera un mueble. Me viene la imagen de cuando se apagaba ese televisor, se ponía la pantalla negra formando un círculo blanco en el centro, que cada vez se hacía más pequeño. Veo ese círculo, se está achicando, cada vez es mas chiquito, ahora es solo un puntito. Veo a mis hijos, veo a Micaela sonriendo con sus pocitos en los cachetes, veo a agustín haciendo sus travesuras y veo a Antonella, soñadora y despistada. Estoy perfecto, no siento nada. De pronto recuerdo cuando era chico, mi padre había enfermado, estaba en su habitación y mis hermanas mi madre y yo en la cocina cenando, de pronto se escuchó un ruido, mi madre salió corriendo a la habitación y gritó desesperada, corrimos, no sabíamos que le había sucedido a el, pensé que había muerto, una sensación espantosa se apoderó de mi, salimos con mi hermana corriendo a la salita, a buscar un médico, recuerdo que mientras corría pedía que por favor no le sucediera nada, por favor, que no le pase nada a mi papá, y alguien escuchó, porque no le sucedió nada.
Ahora imagino a mis hijos sufriendo y empìezo a desesperarme. Abro mis ojos y veo un desastre a mi alrededor, la cabina destruida, aún estoy atado, quiero mover mi mano para desatarme y no puedo hacerlo, la miro y tengo algo blanco que sale de ella, es un hueso, miro mi pecho y está rojo, estoy bañado en sangre, empiezo a ahogarme, no puedo respirar, tengo un alambre que atraviesa mi cuello, me quedo duro, me duele todo.
Mi compañero logra sacarme el alambre y pide que no me mueva. Tengo el maxilar hecho añicos, envuelve una bandera y me la pone en el cuello tratando de contener la hemorragia, lo escucho desesperado pidiendo por radio auxilio.
El dolor es impresionante, y el miedo que siento jamás lo había experimentado en mi vida. Quiero vivir, debo hacerlo y debo hacer un esfuerzo sobrehumano para lograrlo, y quiero vivir por mis hijos, solo por ellos.
Abro nuevamente los ojos y veo un gaucho que se agarra la cabeza y dice “Pobrecito”. Me agarra más miedo aún, pido a dios, que si en verdad existe, haga llegar una ambulancia cuanto antes, jamás había deseado así la presencia de un médico, esta vez la suplicaba.
Me empiezo a ahogar nuevamente y ya no puedo respirar, de pronto, empiezo a toser y veo que hay un bombero sacando cosas de mi boca, respiro dificultoso, pero lo hago, me sacan del planeador y me meten en una ambulancia, lo único que recuerdo es un médico de lentes y agujas con mangueras en mis brazos. Se que estoy en Guerrero, me llevarían a Dolores. Me duermo.
Despierto con el ruido de corridas, estoy en una camilla que va a todo lo que da por un pasillo, hay como 5 o seis personas de guardapolvo tirando de la camilla, vuelvo a dormir.
Me despierto ahogado y trato de incorporarme, lo único que veo es un montón de luces blancas y un médico que mete algo en mi garganta, siento mucho dolor y vuelvo a dormirme.
Me despiertan los ruidos de los motores del avión, estoy en una camilla en el aeroclub, veo caras conocidas que se acercan, me suben en un avión, vuelvo a dormirme.
La desaceleración de los motores vuelve a despertarme, no tengo idea ni donde estoy ni a donde voy, de pronto se siente en el cuerpo el contacto con la tierra, estoy en un avión, estamos aterrizando en algún lado, vuelvo a dormirme.
Abro los ojos de nuevo, luces parecidas a las anteriores, charla entre dos médicos, me siento tranquilo, hablan demostrando tranquilidad, uno le dice al otro: estaba seguro que en ese cuello solo le habían hecho una sutura externa, el otro me tiene con la mano levantada, miro y está suturando mi mano, me mira y me dice: Quedate tranquilo que te voy a dejar esos dedos como antes, se ríe y me duermo nuevamente.

Daniel G.
(06-01-2005 / Ocurrido el 6/01/1998)
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JARELYSS
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Re: Un Accidente por dentro

Mensaje por JARELYSS » 20 Ene 2005, 01:48

<CENTER>Estimado Daniel

Y leyéndote me ahogaba y erizaba... Se que todo se debe apreciar
más después de un accidente así de esa magnitud, además de superar
el dolor físico se crece espiritualmente y se enfrenta la vida desde otra perspectiva
apreciando los detalles que armonizan el alma...Gracias por compartir esta experiencia.

Saludos cordiales,

Amarilys

Cumulus Tormentus
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Mensaje por Cumulus Tormentus » 20 Ene 2005, 11:21

despues de algo así Amarylis, se te invierten en la vida todas las prioridades que antes tenías...
Gracias a vos por leerme
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