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Apreciado ángel, hace algunos años, una pluma arranqué de tus alas.
Hoy entre la nostalgia de tantos recuerdos, puedo darte las gracias.
Si, ¡Gracias!, por dejarme amar, por ser amada. Por tantas alegrías y por algunas penas que me hicieron llorar.
Sí te doy la gracias, es porque así me haz hecho que me percate de que es la única forma de combatir la batalla de la vida.
¡Luchar por mis sueños y hacer que estos sean reales!
Por darme una o miles de razones de escribir, por dejar que siga mi fe creciendo y evocarte; cada vez que miro la sonrisa de los que me aman , de los que amo y de los que se aman.

Mi vida, quizá sea un desastre en todas sus facetas.
¿Pero sabes? Siempre que me haz lanzado una flecha, mi entrega ha sido total.
Y a mis amigos eternos, les dejo mi huella, que será la estrella que nos una como hermanos de aquí hasta la eternidad.
Así, que buen Cupido,¡Un buen día del Amor y la Amistad!


Cinnerea
130205</center>