Una Pagina Mèxico D. F.

[Alexan]

Corría el año 1979, por aquel entonces, vivía en la ciudad de los palacios (México Capital), allá por las calles de Francisco del paso y Troncoso, la Magdalena Mixhuca,
En los departamentos kennedy, emulando la cabal espera de ganarme el sustento, suscribía enconados pensamiento de grandeza, sin saber que la espera de lo insólito tocaba cada día a mi puerta, se escuchaba el toc, toc y el rechinar de una reja al abrirla el portero me daba al cabal suspiro de encontrarme en mi aposento, inefablemente seguro a prueba de rufianes del barrio, lleno de socorridos caifanes.

Me apetecía al llegar a mi morada, tomar mi café negro, con pan de caja y un bolillo pendenciero, y vaya que lo era mi bolillo, se peleaba con mi estomago, nunca lo dejaba lleno, hambre, siempre hambriento como pelón de hospicio, así todos los días, me decía que algún día seria tan rico que iría a comer a la cantina de don Remigio, un viejo español de la Vasconia y como todos los de su especie animal, un verdadero hampón del barrio, porque han de saber que a todos nos tenia las cuentas del gran capitán, una tienda de raya, ni mas ni menos, ¡ah! Porque además de la cantina la abarrotera igual le pertenecía, no sin antes darte una enjabonada el viejo, procedía a pedirle fiado, los jamones, los huevitos y los bolillos suculentos, un que otro tomate y una barra de chocolate abuelita, era martes y seguro el sábado se le pagaría a Don Remigio, porque de otro modo moriria de hambre en la semana siguiente, como dije antes mi hambre era mucha, el trabajo un chingo y la vida pobre.

Era presidente el rufián de López Portillo, la vulgata de mi barrio le decíamos el “lopes carán por topillo”, se gestaba la desgracia de la nación, el que algún día dijo defender el peso como un perro rabioso, endrogaba al pueblo.

El transporte urbano inauguraba los “Delfines”, eran unos camiones cómodos y elegantes así como sus hermanas las ballenas, los capitalinos de aquel entonces sonreímos y olvidamos un poco las penas, aliviados al menos por la carga por aligerado transporte, el patrón no se esponjaría por echarle la culpa a los delfines, finalmente llegaría temprano al camello,

Y llego el inevitable week end, ¡ah!… porque ya se gestaba que la clase metropolitana usáramos esos anglicismos estúpidos, así que nos reunimos en mi casa, los cuates del barrio y en ese propósito el dialogo de entonces versaba así…

Que onda mi rogón.. hablaba el Pompeyo ¡apa nombrecito del fulano!, Que jais de la baraña, replico el bato del 8, tal vez el vivía con el chavo, el del canal de las estrellas, ¿que rollo se cooperan pal pomo?, y así como así de pronto se armo la arrebolera, las chatas de la cuadra listas pal bailongo, la chica de oro hizo su presencia, tocaba a danzón la Santanera, la Lupe no de hizo esperar , se me acerco ¿tons que mi Chuy se tira una desempolvada?, Tocaba en ese preciso momento una de los ángeles negros, segurolas mi chulapona, ya le estamos dando gusto al esqueleto, y comenzó la bailada entre la Lupe y Yo,

Lloro para tirar las lagrimas de plata, con cada uno de mis recuerdos

Otro día les platico que paso después de aquella noche…


Alexan

[Yolanda Román]

Quiero conocerte despacio
mirando alos ojos
vuelvo

[Alexan]

Quiero conocerte despacio
mirando a los ojos
vuelvo

de acuerdo

un abrazo


alexan