Un día mas en el D.F.
Apostaba por un mundo mejor, por un espacio de reconocimiento de mi Yo, en abierto desacato por la naturaleza urbana del D.F. me subí al metro, trenes color naranja, fabricados en Francia y bueno, los mexicanos nos sentíamos orgullosos de estar al menos en este primer mundo, es decir en del transporte colectivo, la alegría de vivir y el ejercicio del placer, los traía en mi maleta de burócrata, una día como cualquier día de la semana de lunes a viernes, fundaba con razonamientos plásticos, un nuevo programa en mi mente, todo ello para no engentarme ya para ese año del los 80,s 16 millones hacinados en el área metropolitana conurbados con los municipios aledaños del Estado de México. ¡Santa Cachucha!, con esta efusividad mas pronto caería el telón de la jornada.
Trabajaba en una dependencia del gobierno federal “FONAFE, Fondo de Fomento Ejidal”, ubicado por las calles de Alvaro Obregón casi esquina con Monterrey, Colonia Roma, muy cerquita, a seis cuadras de la glorieta del metro insurgentes, que colindaba con la zona rosa, con este último dato se imaginaran donde íbamos los compiras y su servilleta a departir como alegres bohemios y si que lo éramos, Hermilo un Chihuhuense alto y fornido de tez morena, tocaba la guitarra, Erazmo un tabasqueño de allá de la “mesma” tierra del Peje, (actual gobernador de la ciudad de México), marimbero por excelencia, Alvaro un chileno de los expatriados por Pinochet, tocaba lindo el bajo, decía se desempeñaba como músico de barriada allá en Santiago de Chile, el cuarteto, lo hacia el Chuy, o séase Yo mismo, tocaba las maracas, el güiro los timbales, la percusión era mi fuerte, eso si todos cantábamos pero él mas destacado el tabasqueño Erazmo, que con su voz un tanto tiplosa e irreverente con el lenguaje español, disponía mejor de la partitura… que pendejadas digo,,,, “partitura”, si apenitas las rolas que tocábamos nos salían de chispazo, jejejeje, ya en serio… no tocábamos tal mal, los parroquianos reunidos en la cantina de la Durango, lugar donde se reunían los cancerberos del club América, famoso por trascendencia varias veces campeón del Fut. Bol. Mexicano.
Las borracheras de los viernes para amanecer los sábados, eran de pronostico reservado solo para pulmones e hígados aventureros y amañados, llegaban de ves en ves cantantes y altos compositores como mi paisano Don José Alfredo Jiménez, rey de la farándula y la cantada ranchera, el jubilo no se hacia esperar, cuando este personaje de leyenda de mi capital, se rogaba una tomada, su bebida el tequila con sal y limón como todo buen mexicano de Guanajuato, jai, jai, jai, viva México, si siñor, y a darle vuelo a al hilacha, salud gritaba José Alfredo y pos claro todos lo asegundábamos, la tonada del rey…. ¿Como va?, seguro se la saben, “y yo sigo siendo el rey” ahí en ese instante se paraba el viejo regordete con el cañito en la mano y un salucita va de nuevo, ese ser expansivo de quien pintando domeña la vida y cautiva a sus espectadores, ese era mi compadre José Alfredo, compadre de parranda porque de pila cuando, si en aquel entonces yo era soltero, bien aparecido, simpático, eso si de lo pior, jugador pendenciero, tomador, juerguista y muy enamorao, pos quien me iba a querer así, digo… pa hacer vida social de casado… pos naiden, pero esto no era lo importante de aquel entonces, pa que quería vieja si tenia de a montones, empezando por la Lupe la amiga de mi vecindad en la Magdalena Mixhuca, Blanquita una niña de Chiapas, hermosa mujer, ojos de color aceituna intenso, lucidos, coquetos adornados con grandes pestañas y ceja poblada en ellos vi ese dominio que solo producen las hembras en celo, aquellas que con su cuerpo invitan al placer, aquellas que con su andar de mujer reinan en el lugar donde se paren, mejillas sonrosadas deseosas de ser besadas, cuello etéreo, por su esbeltez modelo de Modigliani, brazos firmes y seguros que por su redondez serian la cárcel perfecta, caderas anchas en armonía con tus piernas columnas marmóreas espartanas y que boca tan incitadora tan …. ¿como definirla?, labios gruesos, carnosos, inquietos, besucadores, no alcanzo a imaginar el placer de posarme en ellos, traía un vestido rojo intenso tan escotado, que sus senos amenazaban con abandonarlo, tersos, voluptuosas ¿cómo seria besarlos adueñarse de ellos, aprisionarlos en mis manos?, habrán comprendido con esta descripción que mi dogal lo tenia esta mujer en sus manos.
La farándula no había sido hecha para amordazar al hombre, sino para calentar su ego, su propia desnudez al aire libre, sentado en aquella silla de ixtle entretejido por manos campesinas, afilando pacientemente mi conciencia, para mantener alejados a los lobos urbanos, los caifanes de la colonia como seres salvajes de esta comarca, diría yo los únicos y los más perrones, me atrincheraba después de haber tomado uno o dos pomos de tequila de agave del bueno, del hornitos, ese de Jalisco del mero tepatitlán, en el puesto de tacos del paisa, dos de lengua , uno de tripa gorda y dos mas de maciza, con cebolla, cilantro y salsa verde picosa, una bebida gaseosa que bien podría ser un jarrito de tamarindo o la indeseable siempre deseada coca cola. Ya eran las seis de la mañana, hora de tirar la mona…
Ya les platico algo mas de los viernes
Un dìa màs en el D.F.
- Alexan
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- DarkMoon
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:murcielangel: Este escrito si que me capturo por que es pintoresco como nuestro México lindo y querido. Sin duda una descripción narrativa vaya pero que termino para un escrito, de hecho no es comparación ni mucho menos pero el escrito me evoca a las enseñazas de un maestro
. Si bien tiene muchos referentes de Mexico hace usted la explicacion adecuada, mis felicitaciones y quiero saber mas de esos viernes. Simplemente un retrato de letras.




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Siempre te extrañare... =^.^=
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