Ya hace tanto...

[jimenamar]

Ya que estamos... Buscando entre papeles viejos y ya descuidados encontré esto que comparto con ustedes a continuación..
Lo escribí a los 12 años, para un concurso literario del colegio; cegada magnificamente (y hasta diría que hoy eso me llena de melancolía) por mi primer amor.. Lo leo y río observando como uno puede cambiar la forma de expresarse, pensamientos,amores y demás; pero es hermoso advertir que todo lo que en ese entonces creia nuevo y magestuoso hoy lo sigo viendo como tal, a pesar de que las circunstancias ya no sean las mismas...
Un abrazo y pronto tendrán mas noticias mías.Soy un tanto nueva en esto (si bien hace algun tiempo publiqué aqui un poema llamado "mi nada, tú" ),asi que pido disculpas si en algo no se como manejarme..
Hasta pronto..


Un sueño de amor adolescente.

Esta es la historia de un sueño que nunca creí que fuera a convertirse en una realidad.
Quizás, si hace un año me preguntaban sobre mis sueños me era imposible contestar, porque no tenía. El soñar no estaba a mi alcance y el creer tan lejana la posibilidad de cumplir alguno de ellos, había hecho que por momentos los olvidase. Cuando había descartado ya toda posibilidad de vivir amando a alguien, de construir algo sin que se derrumbara después, cuando se habían agotado todas mis esperanzas, tan sólo dos palabras cambiaron mi vida y me devolvieron así todo lo que creía perdido.
Era una hermosa tarde de noviembre y el sol se asomaba entre las nubes grises que habían quedado atrás. Una suave y cálida brisa, hacía parpadear el [acto sexual (autocensura)] de los árboles que permanecían mojados por la humedad de la noche anterior.
Una tímida lágrima que sólo yo noté corría por mi cara cuando alguien preguntó:
-¿Puedo hablar contigo?. No sabía sobre que se trataba, pero al mirar sus ojos esa lágrima que había caído llegó a mi boca para de allí no salir jamás. Una promesa un te amo y un beso me devolvieron la vida, tres cosas que incluso antes, cuando todavía tenía sueños, creía inalcanzables.
En ese momento se detuvo el tiempo, la brisa dejó de soplar y los pájaros cesaron su canto, por lo menos eso advirtió mi interior. No estaba segura de lo que estaba viviendo y después de reaccionar, acepté un reto muy importante para mí: el de volver a vivir, a soñar, el de volver a reír sin llorar por dentro.
Después, cuando ya estaba sola, sentada en el pasto mirando la nada, otra lágrima se escapó, pero esta vez no terminó en mi boca como la anterior sino que apenas se asomó, una sonrisa la escondió y un suspiro la hizo desaparecer.
La nada que observaba se convirtió en mi espejo y me vi diferente. Sólo yo lo noté, pero había cambiado, las lágrimas que tenía archivadas se convirtieron en cuatro letras que hasta ese momento no conocía.
Sólo mirándome en aquel espejo llegué a entender. El amor..., que difícil es explicarlo y que difícil es también arrancarlo de uno. Allí comprendí lo que significaba y tímidamente acepté vivirlo, le perdí el miedo a soñar, a sentir y cuando esa lágrima intenta aparecer recordándolo se vuelve a esconder.
Miré a mí alrededor y seguía sola. El tiempo continuó su incesante rodar y la brisa otra vez comenzó a mover los árboles que ahora reflejaban el brillo de un sol más grande y bello. Me reí de mi misma y escribí su nombre en la arena, mientras escuchaba a los pájaros que volvieron a cantar.
Por un instante volví a tener miedo, miedo a perder lo que tanto había esperado, pero un abrazo y un nuevo te amo me devolvieron la sonrisa, y al miedo se lo llevó la brisa que lo paseó entre los árboles a quienes también logró hacer reír, hasta que finalmente se perdió.
Ahora esa tarde la recuerdo con ese mismo gesto, pero no estoy sola, porque aquel que un día me devolvió las ansias de vivir hoy está conmigo y hace que cada mañana despierte con ganas de reír, realidad que formaba parte de mis sueños.
Quizás nunca alcance a entender lo mucho que significa para mí, quizás nunca comprenda lo importante que fue en mi vida ese sueño de amor adolescente, pero como en aquella tarde, aquella promesa, aquel beso y aquel te amo, van a seguir haciéndome feliz y la lágrima que alguna vez corrió por mi cara va a seguir escondida, hasta que una vez más se detenga el tiempo, para avisarme que despierte, porque terminó la hora de soñar.

[Adri.]

los amores o ilusiones que de niños u adolescentes sentimos son como pequeñas cicatrices, estan con nosotros donde estemos.
pero son cicatrices pequeñas o un tanto grandes.


buena inspiración saludos ;)