Yo no vivo cuando creo vivir, cuando el resto cree que vivo y que es el momento y el lugar para conocerme, mi mundo no es este, mi mundo llega cuando escucho música a solas, cuando pienso, cuando escribo, solo, sin nadie.
¿La felicidad infinita? Eso no existe, no quiero que exista, la felicidad no existiría sin los momentos malos. Los momentos malos están para aprender, para realmente apreciar la felicidad, ahora sí, ahora se puede decir lo que es la felicidad: es algo bueno que solo tenemos a veces, es lo antagónico a la tristeza, obviamente, pero sin una, la otra no tendría sentido, obviamente por segunda vez.
Viviremos, hasta mañana por la mañana o hasta cuando digamos basta. El tiempo es efímero, se te puede acabar ahora, o dentro de unos años. Piensa que la vida y la muerte mantienen una lucha, pero la muerte da ventaja a la vida, porque ya sabe que la va a ganar, depende de ti vivir la “ventaja”.
El amor a lo material es bueno, ¿para que no vas a disfrutar si en verdad tienes solo la ventaja?, por favor, hay cosas más importantes. ¿Podrías ser feliz con mucho dinero y viviendo en una isla desierta? Yo creo que no. Las personas son mucho más importantes, aunque también es verdad que el dinero y los bienes ayudan a tener felicidad.
Pienso que un día de estos todo estará acabado, que todo será otro sueño que recorrer, otros personajes que lo compongan, mis amigos serán diferentes, mi casa diferente, mi familia diferente, mi ordenador diferente, o quizá simplemente existan otras cosas diferentes con otros nombres. También podría darme un golpe en la cabeza y quedarme amnésico, que gracia, no me acordaría de nada, no, no sería nadie, los recuerdos que tengo me forman como persona, como ser en mi sueño, ¿qué sería de mi sin éstos?
Sería uno más, otro polvo de estrella en los sueños de mucha gente, un nadie. Me siento importante, yo no soy sólo un polvo de estrellas en el medio del universo, yo soy....yo soy....quien soy.
