
Yo, la que llora por las mañanas
mirando el eterno celeste del agua.
Yo, que suspiro con honda tristeza
buscando una llanura que bese
el cielo en el horizonte...
y solo veo desde mi ventana
que el cielo que busco
está atrapado por bellas montañas.
Hoy quisiera que de ellas brotara
suavemente el viento,
y como una caricia
secara tus lágrimas.
Yo, la que llora todas las mañanas
por profundas nostalgias,
quiero que llores conmigo
para que lavemos las tristezas del alma.