Llamaste a mi puerta, sediento de beber
te dí el calor de mis brasas y a mi mesa te senté.
Fino mantel de seda, velas iluminando la sala
licores por doquier, manjares en abundancia
como un rey en mi morada te traté.
Tu seguiste tu camino
y cuando por mi casa pasabas, parabas para beber.
Creyéndome yo tu reina
cuando presentía tu llegar
echaba más leña al fuego y me sentaba a esperar
todo se repetía una y otra vez
hasta que por fin un día
cuenta me di que solo querías beber.
Sigues llamando a mi puerta ha ver que te puedo ofrecer
pero ahora eres tu el que me trae el agua para beber.
Se desvanecieron
el fino mantel de seda y las velas con su calor
ya no hay ricos manjares esperandote en mi mesa
todo desapareció.
Ahora tus miradas reclaman
aquello que un día te ofrecí
pero cansada de estar triste y sola
cerré la puerta y me fuí.
Si algún día nos cruzamos en el camino
seguro te arrepentirás, por no valorar un día
lo que yo te quise dar.
Lo que yo te quise dar
- Fruta Prohibida
- Forista
- Mensajes: 211
- Registrado: 16 Nov 2005, 07:56
- Ubicación: Donde me lleven los sueños