Desde El Corazón De Una Amante

[Peligrosa Soledad]

Hola Amor;

¿Cómo empezar ésta carta? ¿Cómo tratar de plasmar mis sentimientos en una hoja sólo con palabras si ni siquiera mi piel lo logró...?
Seguramente te estarás preguntando ¿A qué se debe este acercamiento? Dejame decirte, que ni yo lo sé aún. Tan sólo pretendo callar la mitad de mis deseos en ésta hoja, culminar una historia que, tal vez, nunca fue más allá de mis ilusiones, más allá de mí.
Soy consciente de la ira que debe correr por tus venas, pero, por favor, por lo menos termina de leer las palabras que el corazón me susurra al oído, las últimas palabras que tal vez salgan de mi marchito ser empujadas por tu magnifica esencia... Es sólo una despedida, sólo una formalidad.
Creo que jamás te agradecí todo lo que causaste en mi humilde y destrozado ser. ¿Sabes? No creía en el amor hasta que llegaste a mi vida, sólo creía que éramos víctimas de un embrujo, un “enamoramiento” que se iría tan abruptamente como llegó, una simple quimera que nos envolvía. Pero me enseñaste a callar la lógica de mi ser, a cerrar viejos capítulos, a enterrar a esos cadáveres a los que todo el mundo les llama “recuerdos”, a pelear por lo que deseo, me sacaste de mi soberbio orgullo, me enseñaste a hablar con miradas, a “hacer el amor”, a no disculparme por llorar, le enseñaste a mis manos la geografía de tu cuerpo...
Solo por formalidad, debo agradecerte eso, pues nunca conocí a alguien que fuera capaz de enseñar tantas cosas en tan poco tiempo y sin proponérselo.
Gracias por todo, Amor, realmente agradezco que me hayas enseñado a leer tu mente, a entender tus miradas, a callar tus deseos, a extrañar tu cuerpo en mi cama...
Sólo por escrupulosidad me veo en la obligación de hacerte saber lo importante que fuiste para mí, porque gracias a tu presencia en mi vida, supere muchos complejos, derrame más de una lágrima, pero aprendí de todo eso, y de muchas cosas más.
Finalmente, y sólo por asiduidad, no te voy a pedir que vuelvas, porque no puedo fundir a tu corazón con el mío, no puedo cerrar las puertas de mi habitación y dejarte en ella, no puedo rogarte amor, ni pasión, ni comprensión, pero creo que basta con lo dicho, pues sabes lo que has hecho por mí, pero también me gustaría saber si he hecho algo por vos... Aunque creo que jamás me percataré de eso.
Con la misma rectitud que trate de sostener, me despido, sabiendo que tus besos ya no me necesitan, ni lo volverán a hacer.
Amor, gracias por ayudarme a crecer, gracias por hacerme más mujer, gracias por compartir parte de tu existencia a mi lado y regalarme tantos besos, tantas caricias.
Amor, espero no haberte robado más tiempo del que me hubieses regalado.
Nuestro amor se terminó, pero no por eso dejamos de ser personas que una vez se amaron, que una vez se juraron amor eterno, que más de una vez lloraron de felicidad... Y que en más de una ocasión superaron sus crisis dejando el orgullo, los celos y la inmadurez de lado y siguiendo sólo lo que el corazón les decía.

[eriman]

Una carta que expresa miles de decires de tu corazon, es amor lo que demuestras, lastima que tenga final, pero es amor y eso importa, pues eso habla bien de tu corazon...ha sido un placer estar aqui...te envio el saludo fraterno de este soñador...

"Eriman".

[Peligrosa Soledad]

Me gustó micho tu mensaje. Es verdad, es amor... pero el final no quise dejarlo como "el final de los finales"... y espero que asi sea.
Un abrazo, hermano soñador.... Somos de la misma familia.