"EL ULTIMO BESO"

[un angel enamorado]

EL ULTIMO BESO

M i vista se dirigió alrededor y contemplaba una paisaje fabuloso, abajo la ciudad en galardonada con una vegetación digna de un paraíso sin fin, el clima tropical y caluroso hacia sentirse en las nubes y para un corolario el cielo azul profundo indicaba que estaba tocando el cielo con las manos.

A cariciaba el día una sinfonía de trinos y cánticos de bellas aves, mientras el sol radiante tocaba nuestra tez con una frescura infinita, era todo maravilloso y para coronar el día tenía en mis manos a la joya del nilo, a mi gaviota dorada añorada, a mi amor sublime y celestial, a mi princesa engreída, te tenía a ti.

R isueña la mañana, no podía pedir mas, pero sentía en el fondo que esa sonrisa que llevaba a flor de piel, no duraría mucho, te tome de las manos, sentí tu respiración apresurada, te sentía temblorosa, algo inquieta, hubiera querido entrar en tu mente y saber que pensabas.

I maginando que vendría después, te miré los ojos, en ellos reflejaba todo la naturaleza viva y paradisíaca del lugar, te mire una vez y en ellos veía el azul profundo confundido con el verde de tus dulces bellos soñadores, era tan sublime que paralizar y tomar una foto en el tiempo hubiera querido.

A cariciando tu tez cristalina, me acerque y tome tu rostro con el índice de mis manos, dibuje cada línea de tu bello angelical tez, con una magia infinita me acerque y pude sentir tu respirar que apresurado por la loca pasión, no pudimos resistir y sentimos un beso de pasión infinita.



S uspiré y nuevamente mis labios se deslizaron por los tuyos, una y otra vez como si el mundo se terminaría ese instante, para nosotros solo existíamos tu y yo en ese lugar, no nos importo nuestros alrededores, llegábamos al punto máximo de nuestra relación que soñábamos, que era imperecedera.

I nimaginables momentos se desvanecían en mi mente, porque de pronto sentí por alguna razón que este sería el último beso, de pronto sentí una gran nostalgia y solo atiné abrazarte tan fuerte que no quería que te desprendieras de mi pecho, de mis brazos, de mis manos, de mi cuerpo.

N o hubiera querido que pase el tiempo, te sentí tan cerca de mi corazón que sentía discurrir el torrente sanguíneo de tu sangre confundirse, quería entender si lo nuestro nos ataba mas que el amor, mas que nuestros cuerpos, mas que el universo completo, quería saber si nos ataba esa magia sideral.

D e pronto ví una visión que el día se transformaba en una noche penumbra, la fresca primavera en un frígido invierno, las rosas en espinas y tu te esfumabas de mi lado, te desaparecías como la gota de rocío que se evapora en el verano, sentí tantas cosas que tan solo una lágrima discurrió por mis mejillas y dibujo todo mi dolor.

Y de pronto el tiempo ha pasado, me veo ahora en el presente y veo que esa visión fue tan real que se cumplió, no quise decirte, pero sentía que el final se avecinaba y llegó donde debía culminar este grande amor; en mi rincón del silencio, con el corazón desgarrado y mi alma destrozada, te digo Adiós para toda la vida, que lo nuestro fue tan bello que solo era real en los sueños, en la fantasía, en la historia que escribimos con sangre pasión y fuego, esa leyenda que quedará por siempre, al final del arco iris; un amor que termina, una estrella que muere, unos gritos que serán opacados por una cruel realidad, un último beso que nunca olvidarás.

UN ANGEL ENAMORADO – Carlos Enrique

[Maryana]

<center>

Que bello acróstico como bella inspiración de ese amor que palpita en ti ser por esa musa que te inspiro tan bella sinfonía como balada de amor y es para mi un verdadero honor poder dejar mi humilde huellita en tu versar y con ella reiterarte mis respetos y admiración, Dios padre te siga llenando de muchas bendiciones y te dejo mis besitos balsámicos.