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Historia De Un Amor
Cabizbaja, caminando sin rumbo, pues no quería llegar a casa, -no, aun no quería regresar después de un día pesado en el trabajo-, Brenda pensaba el por que se sentía tan sola, apenas 22 primaveras y todo le parecía sombrío, -caminaba por esas calles empedradas, de casas bajitas y techos rojos, adornadas con macetas llenas de flores y jaulas con bellos canarios cantores- sin darse cuenta llego hasta el parquecito, lo observo curiosa, no había cambiado nada, seguía igual de hermoso, con sus bancas color plata, aunque ahora lo encontraba mas pálido, se sentó en la misma banca que acostumbraba cada tarde años atrás… retrocedió el tiempo mirando fijamente los rosales, sí, aun están ahí observándola, consolándola, sin darse cuenta ya una lágrima rodaba silenciosa, fría,
por sus pálidas mejillas...
Todo comenzó -unos años atras- aquella tarde de primavera, en el mismo parque, cuando leía una novela romántica -desde niña Brenda soñaba con su príncipe azul, le encantaba leer y escribir cuentos, ya a sus 18 años soñaba encontrar el amor verdadero, al cual entregarse en cuerpo y alma, para toda la vida, formando una bonita familia- sintió que alguien la miraba, levanto la vista y lo vio ahí junto al rosal, sus ojos penetrantes, negros como sus cabellos, su tez morena y mediana estatura, no podía apartar la mirada de esos ojos cautivantes que la habían atrapado- de pronto, el camina hacia ella sin dejar de observarla, Brenda se pone nerviosa, sonrojada, sus manos sudan, su corazón palpita mas de prisa y lo escucha hablar frente a ella -hola, me puedo sentar un momento- tratando de aparentar tranquilidad y de una manera casual Brenda responde tímidamente: -si, puede sentarse, -comenzaron presentándose, el le dijo que se llamaba Diego y tenía 26 años, ella le dio su nombre y le dijo que tenía 18, así siguieron por varias horas conversando de todo un poco mientras observaban la hermosa puesta del sol, las mariposas revolotear de flor en flor y las risas de los niños jugando -Brenda se sentía tan relajada y feliz de haber conocido a ese hombre, que desde el momento en que se cruzaron sus miradas, su corazón sintió y presintió que algo bello resultaría de esa platica- se despidieron, dándole el la mano como señal de que entre ellos comenzaba una bonita amistad, al sentir la calidez de su mano en la suya, sintió un estremecimiento mientras se miraban, ¿Por que sentía que todo en cosa de segundos cambiaba de color? -Lo observo alejarse, con las manos en los bolsillos y su mirada en el lucero que ya se vislumbraba-, tomó el libro y con una sonrisa en su rostro caminó aun con esa bella sensación en su corazón, el le había pedido verla de nuevo, ahí mismo, a la misma hora, para volver a disfrutar la puesta del sol a su lado, ella había aceptado disimulando su alegría, sin demostrar interés-
Así comenzó la historia de un bello amor, que Brenda ni en sueños se imaginó.......... (Continúa)
Karla G.
Derechos Reservados
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.... ya añoro por saber que mas pasó..... 
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