CAMINO AL CALVARIO ( DINAMICA )

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badboy31
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CAMINO AL CALVARIO ( DINAMICA )

Mensaje por badboy31 » 17 Mar 2006, 00:08

Camino al Calvario

Cierra tus ojos y piensa en la imagen de Jesús, El esta en el medio de la sala de tú casa y te esta haciendo una visita. Lo invitas a sentarse y comienzan a tener una conversación amena en la cuál tú le cuentas varios de tus problemas. De repente, alguien toca tu puerta, toc…toc…toc. Extrañado te levantas y sales a verificar quien esta tocando. Antes de abrir te volteas para disculparte con tu Señor y te percatas que ya no está en la sala. Preguntas ¿quién toca?, pero nadie responde... solo oyes afuera gritos y más gritos. Preguntas nuevamente quien esta tocando sin recibir respuesta alguna, más los gritos de multitud continúan en el exterior. De pronto una gran pena te comienza a embargar y abres la puerta. Para tu sorpresa el panorama en el exterior de tu casa había cambiado. Cierras la puerta asustado y pensando:
“¡Me estoy volviendo loco(a)!”, nuevamente te tocan la puerta, toc...toc...toc...
Dudas si abrir o no la misma pero algo dentro de ti te impulsa a abrir la puerta y vez que todo lo que habías visto era cierto. Panorama (Jerusalén). Tu vestuario había cambiado y cuando volteas ya tu casa no existe. Un sentimiento de dolor, culpa, sufrimiento te había comenzado a embargar en ese momento. Comienzas a infiltrarte por medio de la multitud y le preguntas a un hombre, ¿Qué sucede?, más este no te respondió, solo gritaba enfurecidamente: ¡Crucifíquenlo!, ¡Crucifíquenlo!

Cuando levantas la vista por encima de la multitud te percatas que te encontrabas en medio del juicio del Hijo de Dios. Unos pedían su muerte y otros su libertad. De pronto, sientes un gran peso sobre tu espalda y no sabes porque razón. Es tan pesado que no crees que puedas caminar. Cuando por el frente tuyo se encuentra pasando Cristo todo ensangrentado cargando su pesada cruz. El peso que sientes encima es el peso de aquella cruz. Comienzas a caminar pero de pronto sientes que te derrumbas y algo pesado cae sobre ti aplastándote. Al instante sientes que algo esta desgarrando tu espalda, un gran dolor te invade. Miras hacia el frente y ves a Jesús tirado en el suelo y unos soldados dándole latigazos sin piedad alguna. Sientes cada latigazo. Una voz susurra a tu oído; “No me dejes solo, continua conmigo, acompáñame”. Dudas si lo que estas viviendo es cierto o no pero te incorporas y continuas a su lado. El llanto te invade y deseas que ya aquello no continúe. De pronto la mirada de tu Señor, hinchados de tanto llorar y amoratados de tanto golpe recibido se tropieza con la tuya y esa voz en tu oído te susurra nuevamente “Mi amor por ti es grande...por ti cargo esta cruz...por mi sacrificio tú no morirás”. Caes nuevamente y comienzas a sentir esos duros golpes en tu espalda y ves que tu Señor también ha caído y esta siendo golpeado hasta que se levanta y carga su cruz. Los golpes hacia Cristo continúan sin tu poder hacer nada por el y ante tanta injusticia decides acabar y parar aquella masacre que estabas viendo. Comienzas a gritarle a aquel pueblo enardecido de tanta rabia “deténganse... están cometiendo un verdadero error...este es el hijo de Dios y el Salvador del mundo...no permitan que esto continúe”; pero te das cuenta que nadie te esta escuchando. Te acercas a tu Señor que se encuentra malherido, cayendo de rodillas frente a el y con llanto en tus ojos le dices; “Señor...acaba con esto tu mismo...tu lo puedes acabar con tan solo pedírselo a tu Padre”, pero el Señor tampoco te escucho y continuó su camino. De repente ves que este es empujado por el pueblo cayendo nuevamente y cayendo la cruz encima de su cuerpo. Ves que aquel pueblo comenzó a golpearlo a patadas y a escupirlo.

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Decides poner punto final a aquello que ves cuando esa voz te susurra al oído: “ya pronto se acaba...continua conmigo”.Continuas tu viaje con Cristo y de pronto llegan a una montaña llamada Gólgota. Al fin Cristo es despojado de su cruz, pero a la vez despojado de sus vestimentas quedando todo su cuerpo al descubierto. Te fijas que aquel cuerpo estaba todo maltrecho, herido, golpeado y con muchas heridas causadas por los latigazos recibidos. El Señor iba a ser crucificado y tú ibas a presenciarlo. Lo acostaron encima de la cruz cuando de repente tic...tic...tic, y caíste al suelo por un dolor inmenso en tus muñecas. Aquel dolor sobrepasa incluso hasta el de la perdida de un ser querido, sientes que ese dolor te desgarra toda la piel y te llegaba a lo mas profundo de tu ser, no lo aguantas!!! . Al mirar hacia el frente, descubres que las muñecas de tu Señor están siendo clavadas a aquel madero con unos grandes clavos, los cuales nunca habías visto antes. Ves el dolor reflejado en la cara de Cristo y no puedes hacer nada. Al instante sientes el mismo dolor en la otra muñeca de tu brazo, indicio de que su otro brazo estaba siendo crucificado también. El dolor de tus muñecas no había pasado del todo cuando sientes otro tic...tic...tic..., y tu cuerpo cayo de bruces al suelo por un dolor aún mas fuerte en tus pies. Desesperado gritas al cielo; “Señor...no puedo más”. Comienzas a sentir un poco menos pesada tu carga, cuando levantas tu rostro del suelo, te percatas que el cuerpo de Cristo, ya crucificado, esta siendo levantado en aquel gran madero. Al fin te puedes levantar del suelo. ¡Ahí está tu Salvador...en aquel gran madero sin poder moverse y sin tú poder hacer nada! Las horas seguían pasando y presenciabas la agonía de Cristo.

De repente...todo comenzó a obscurecerse y oyes la voz de Cristo que dice;
“Todo se ha cumplido”. El llanto comenzó a brotar de tus ojos y oyes cuando Cristo grita;
“Padre...en tus manos...encomiendo...mi espíritu”. Cristo había muerto. Caes de rodillas al suelo y la tierra comenzó a temblar. De repente sientes que esa gran carga que sentías encima había desaparecido al momento de Cristo morir y dices; “gracias Señor”. Inmediatamente oyes esa dulce voz en tú oído que te dice;
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado su hijo unigénito, para que todo aquel que en el crea, no se pierda más tenga vida eterna”.
Al instante el panorama había cambiado y te encuentras en la sala de tu casa, sentado(a)
en un sofá y contándole tus problemas a tu Señor. Al verlo le preguntas;
“¿Por qué lo permitiste Señor?”. A lo que este, levantándose del sofá donde se encontraba, te abrió sus brazos quedando las marcas de los clavos al descubierto y abrazándote dulcemente y con el amor que solo el sabe dar te dice;
“Todo esto lo hice por amor a ti”

LUIS R. PEREZ (BADBOY31 )
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Hola...

Mensaje por oZZy » 25 Mar 2006, 17:46

<center>...camino al calvario...sendero de pasion suplicio y amor verdadero
...sabia enseñanza que nos invita
a morir por amor al pròximo.Gracias por compartirlo.

Un abrazo peruanisimo y la Paz estè contigo.
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badboy31
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Mensaje por badboy31 » 25 Mar 2006, 20:00

Gracias Ozzy...me alegro que te haya gustado mi escrito.
Luis Perez

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