EL TERRESTRE

Chistes para leer y reír...
Cerrado
Avatar de Usuario
francessca
Forista Senior
Forista Senior
Mensajes: 854
Registrado: 22 Ene 2007, 16:40
Ubicación: PORQUE EL TIEMPO Y LAS DISTANCIA BREVES SON, GRACIAS DIOS...

EL TERRESTRE

Mensaje por francessca » 03 Ago 2007, 07:44

EL TERRESTRE


Marcelo Garrido A.

I

-Soy un Terrestre –respondió el hombre alto y delgado, sentado, en la parte más apartada y obscura del bar.
El que había preguntado era muy viejo, tanto así que ya era difícil reconocer su edad. Tomó su vaso con licor y lo levantó temblorosamente sin beber de él, esperando que aquel hombre alto y delgado sonriera, denotando así lo cómico de su respuesta. En vez de eso, el hombre continuó con la mirada perdida puesta el la meza. Fue sacado de su letargo por el estadillo de una carcajada general.
-¡Un qué? –preguntó el viejo, empinando el vaso y vaciándolo al instante.
-Creo que dijo Terrestre –le respondió alguien.
El bar estaba casi vacío; nadie esperaba que esto no fuera así, ya era muy tarde y toda la ciudad dormía. En pocas horas más sería otra jornada de trabajo a pesar de ello el bar continuaba abierto, iluminado sólo el interior por suaves luces azules que entregaban un llamativo espectáculo cromático a los vasos, botellas y a los tres últimos clientes que se negaban a tomar conciencia de lo que sus relojes decían.
El dueño del bar, un joven moreno con pronunciadas cejas y llamativo bigote rojo, se había unido a ellos así intentando dar a conocer su disposición a cerrar pronto. Actitud que no fue percatado por esos últimos clientes.
Desde la oscuridad, el hombre alto y delgado mostró sus ojos abatidos por la tristeza y los recuerdos.
-Un terrestre, soy un terrestre…-repitió.
Los tres hombres habían conversado amigablemente durante todo el lapso de tiempo, desde el momento en que el bar se abrió, sobre deportes y política, consumiendo los suficientes tragos como que el dueño del bar se sintiera afortunado. El último tema de conversación surgió después de un buen rato de silencio: el lugar de procedencia de cada uno.
El mas viejo de todos era Diagh, la ciudad de las luces como comúnmente la llamaban. Los otros dos, incluido el dueíio, eran de Savoy, la gran ciudad central. El hombres alto y delgado, que había estado tan alegre durante toda la conversación, entristeció su rostro justo en el momento que aquel tema llego a sus bocas.
-; Que ciudad es esa?, =¿es acaso un pueblo? –preguntó sobresaltado el dueño.
-Creo que un terrestre es alguien que lógicamente vive en Terre
-dijo uno de los hombres – pero jamás oí de un lugar llamado así.
El más viejo cerró sus cansados ojos y trató de demostrar su condición de tal. Recordó lugares lejanos recorridos en su loca y aventurera juventud. Fue en vano ese lugar no existía en su mente.

- ¿ Dónde queda Terre, mi amigo?.. traté de recordar ciudades, pueblos… en mi vida caminé mucho, pero Terre…
El hombre cuestionado tomó un largo sorbo de-su copa dejándola vacía en una clara actitud de poca disposición a develar algo importante.
- Miren, no es Terre, si no que Tierra. No queda cerca del aquí, tampoco lejos, no está en este cuadrante….
Uno de los hombres se movió inquieto y le interrumpió con decisión, tratando inútilmente de ahogar su alcohólica voz.
- Soy un profesor básico, nunca oí de algún lugar llamado así… sin embargo creo saber donde queda… ya me parecía que usted tenía una apariencia extraña.
- ¡ Bien profesor! –exclamo el viejo- ¡Díganos donde esta!
-La tierra –continúo el profesor-es un proyecto del supremo gobierno para habitar las profundidades del océanos, la Tierra debería ser entonces el nombre de una ciudad submarina que esta en un periodo de experimentación… miren la expresión de nuestro amigo, ¡ se nota que es un científico!
El terrestre movía su cabezada un lado a otro, se sentía cansado y agobiado por los tristes recuerdos ocultos en su mente. El peso de estas imágenes lo confundían…¿Seria conveniente hablar mas?
Dio una rápida pero atenta mirada a los tres hombres que clavaban sus ojos en el… ¡Dios mió! –se lamento para si mismo-, el secreto… se suponía que nunca lo diría…el maldito alcohol me ha hecho hablar de mas.
-La Tierra es otro mundo, otro planeta –dijo al fin y sin escuchar su conciencia que se lo impedía.
Todos se miraron en silencio por algunos segundos, sin comprender la supuesta broma . El viejos no aguanto mas y hecho una fuerte carcajada. -¡Vamos, amigo! –dijo entre dientes –cuéntenos la verdad…¿Qué es la tierra?
-Ya se lo dije, es otro planea a muchos años-luz de aquí.
El dueño del bar bostezo largamente, sintiendo como el cansancio lo invadía. Si tenía sueño significaba sólo una cosa: El negocio ya no debía estar abierto. La conversación se había vuelto desagradable, y todo porque sus últimos tres clientes estaban muy borrachos. A pesar de ello, no estaba disgustado, ser dueño de un bar implicaba escuchar personas que con tragos de más relataban historias asombrosas con mujeres o dineros inexistentes, y aquel joven empresario se estaba acostumbrando a ello, pero había que reconocer que ese tipo tenía demasiada imaginación. Se puso de pie y salió del mostrador con la cara sonriente. Cantando una conocida canción caminó hasta los controles de luces.
-Amigos- dijo con voz apagada-, es hora de irse a dormir, mañana es un día de trabajo para ustedes.
El viejo y el profesor se pararon entre risas, a excepción del Terrestre que desde la oscuridad de su rincón protestó, mientras miraba su vaso vacío, como esperando a que por arte de magia se llenase…
- ¡Esperen, muchachos¡ No quiero que esto quede así… tenía que contárselo a alguien. No puedo seguir engañando más a este planeta….
- Amigo mío- murmuró el profesor- es, hora de dormir, estamos cansados.
El frío los recibió al salir y una suave llovizna les refrescó los rostros soñolientos.
No era de noche, pero si ya era muy tarde; todo el mundo estaba durmiendo. Vrategh, uno de los soles gemelos, se divisaba difusamente tras las nubes grises. Permanecería allí por toda la estación del frío, mientras que su compañero Vrategh quedaba día a día más atrás en la lenta rotación del planeta.
El profesor se aproximó a su auto estacionado frente al local, un viejo modelo convertible color naranjo. Sin despedirse subió a él y encendió inmediatamente el motor, mientras el viejo miraba atento como el dueño cerraba su negocio, lógicamente esperando que el profesor se ofreciera a llevarlo por lo menos hasta un paradero de taxis.
- ¡Amigos¡ - rogó el terrestre-, créanme … ¡Tengo pruebas¡, ¡Ya sé mostraré las pruebas y así me creerán.
El profesor escuchó la oferta sintiendo como su boca se secaba. Por otro lado su cuerpo le decía que necesitaba un descanso y tras unos segundos de meditación tocó la bocina y exclamó de malas ganas:
- Está bien, yo iré.
Los otros se miraron sin decir nada.
- Vivo cerca de aquí, en ese edificio dorado. – El Terrestre indicó un rascacielo que se divisaba a lo lejos.
- Bien, iremos- dijeron casi al mismo tiempo.


2

Era un departamento muy lujoso, maravillosamente decorado con imponentes óleos que cubrían la totalidad de la sala de estar. El suelo era de un material exageradamente pulido y daba la impresión de estar caminando sobre un espejo, situación que no era para nada agradable. Lo más llamativo de todo era el techo de aquella habitación (si a eso se le podía llamar así): un gran acuario repleto de pececillos de colores.
Entraron en silencio, advertidos por el Terrestre quien les rogó no hacer demasiado escándalo, porque su esposa dormía
- Ella no es de mi raza – indicó seriamente- es como ustedes, no es terrestre.
- ¿Dónde están los tragos? – preguntó el profesor.
- Y las pruebas que dijo?- rugió el dueño.
El Terrestre movió su cabeza afirmativamente y caminó hasta una despensa finamente tallada. Regresó con botellas y copas.
- Tengo fotos para probar lo que afirmo- dijo mientras se esforzaba en servir el licor-, tengo muchas fotos de la Tierra. Espérenme unos momentos.
Se dirigió lentamente a su dormitorio, apoyándose en las paredes para tener suficiente
equilibrio. Sin hacer ruido entró a su habitación, donde la esposa dormía y abrió un armario especialmente diseñado para él varios años atrás. Sus manos se deslizaron con agilidad y abrieron un cajón donde no debía haber uno. Extrajo De el una pequeña caja metálica y volvió al grupo.
- ¡Acá están¡.. ¿Lo ven?
- ¿Y eso que es?
- ¡Ah¡, esto también servirá como prueba… ¿Saben lo que es esto?
Nadie contestó, solo abrieron sus ojos sorprendidos y expectantes por saber lo que habría dentro.
- Estas cajas no se fabrican en este planeta, esto es originario del mió. Es una caja de seguridad para guardar documentos importantes..
- ¡Muéstrenos los que tiene ahí¡ ordenó el profesor. El Terrestre movió la combinación numérica de seis dígitos y la caja le respondió con un click. Una gran cantidad de fotografías aparecieron a simple vista. Estaban un poco decoloradas por la acción de la humedad y del tiempo. Extrajo un puñado de ellas y comenzó a explicarlas mientras que los demás se acercaban con sus copas a observarlas más de cerca.
- Este es mi capitán , Jhon Farris – dijo a un individuo vestido con un precioso vestido azul-, y esta es mi ciudad natal, New York… ¡Claro que es mi ciudad¡.. y acá estan las fotos de mi viaje diplomático a la hermana ciudad de Londres .. estas son de viajes de placer a París, Rancagua, Madrid… ¿lo ven? Son ciudades de mi planeta Tierra.
Los hombres se pasaban las fotos entre sí, mirando detenidamente y muy confundidos. No podían explicar dónde diablos podrían haber sido tomadas, jamás habían visto construcciones tan extrañas.
El Terrestre llegó entonces a la última foto, que entristeció nuevamente su rostro.
- Acá nuevamente mi capitán Farris y esos que están a su lado son los otros miembros de mi equipo.. Michael, Tim, Andy y Jane. Esta foto fue tomada solo momentos antes de subir a nuestra nave espacial… lástima que ellos murieron trágicamente cuando…
Una hermosa mujer apareció de pronto frente a ellos. Era rubia de pelo ondulado y una atractiva figura que se deducía muy bien a través de una bata de color brillante.
- ¿Qué pasa amor?, ¿son ellos tus amigos?
Los aludidos tiraron las fotos sobre la caja, sobresaltados y avergonzados. La mujer los miraba con disimulo. Pero cortésmente.
- Sí, cariño son mis amigos.. Les mostraba algunos recuerdos. La mujer caminó con elegancia hasta ellos, todavía con sus ojos algo cerrados por el sueño.
- Pero, ya es tarde mañana tienes que trabajar… tus amigos también deben hacerlo.
El profesor obedeció de inmediato y agregó:
- Tu esposa tiene razón, todos trabajamos en unas horas más, se nos ha pasado el tiempo muy rápido.
La mujer sonrió gentilmente y regresó al dormitorio. El viejo y el dueño del bar se pararon perezosamente, no sin antes dejar sus copas de un solo golpe.
- Sí, nos vamos – comentó el profesor.
- Tu esposa ya se molestó – Dijo el viejo mientras se abrochaba el último botón de su abrigo.
El Terrestre se movía inquieto guardando las fotos nuevamente en la caja.
- Pero me creen… ¿verdad?... Londres, Madrid, Rancagua, mis compañeros de misión.. ¿Me creen?
- Sí, respondió el dueño caminado hasta la puerta.
- Algún día pueden venir y les podría contar mas sobre la Tierra.
- Algún día.
El Terrestre los acompañó hasta la entrada y les estrechó la mano.
- ¡ Adiós, amigos¡- se despidió agitando el brazo.
Los tres hombres caminaron sin hablar por los pasillos del edificio en busca de los ascensores, añorando contar algún día con el dinero suficiente para poder vivir en unos departamentos lujosos como esos.
Los ascensores esperaban con sus puertas abiertas y su iluminación anaranjada. El terrestre los acompañó hasta la entrada y les estrechó la mano.
- ¡Que tipo¡ - comentó el profesor – pulsando el botón del piso n° T.
- Sí, era muy simpático… lo malo es que se emborrachó muy pronto y decía muchas tonterías.
- Es un buen hombre – agregó el dueño, - mañana se despertará y se sentirá como un verdadero estúpido, si es que recuerda todas las tonterías que dijo hoy… naves espaciales, otros planetas.. ¡ Apuesto que nunca más podrá un pie en el bar¡
- Todos hemos fantaseado alguna vez con unos tragos de más- comentó sabiamente el viejo.
El ascensor les avisó que ya estaban en el piso nro. 1.
- Sí, ¡pero nunca tanto como este tipo¡…¿Les llevo?

Fin
Imagen
<marquee>TE LLEVAS UN PEDAZO DE MI CORAZON Y MIS LAGRIMAS NO DEJAN DE ESCRIBIR DENTRO DE MI SER TU SANTO NOMBRE" CAMILA", GRACIAS AMIGA....</marquee>
Imagen

Avatar de Usuario
rodama5306
Forista Senior
Forista Senior
Mensajes: 1836
Registrado: 26 Jul 2006, 08:57

POETISA...

Mensaje por rodama5306 » 03 Ago 2007, 10:07

:-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D

MIJITA,,,NUNCA HE LEIDO TANTO...

PERO ESTA MUY BUENO JAJAJAJAJAJAJAJA

:rosa: :rosa: :rosa: :rosa: :rosa: :rosa:
<center>Imagen


<center>Imagen

No soy poeta.. solo soy un hombre que escribo lo que mi alma siente.....

Kar G.
Premio concedido por los Moderadores
Premio concedido por los Moderadores
Mensajes: 10577
Registrado: 28 Sep 2005, 21:58
Ubicación: En El Espacio Infinito

Mensaje por Kar G. » 03 Ago 2007, 14:53

<CENTER>
Imagen



GRACIAS POR COMPARTIR
<center>
Imagen

Avatar de Usuario
Maryana
Forista Ilustre
Forista Ilustre
Mensajes: 15135
Registrado: 06 Jul 2006, 11:39
Contactar:

Mensaje por Maryana » 03 Ago 2007, 21:11

:-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D :-D
Algo largo pero está muy bueno
gracias por compartir amiga

Avatar de Usuario
Lubina
Colaborador Shoshan
Colaborador Shoshan
Mensajes: 3322
Registrado: 14 Abr 2006, 17:40
Ubicación: En el mar grisáceo de mi sentir punzante.
Contactar:

Mensaje por Lubina » 22 Oct 2007, 11:25

<center>Uff que largoImagenImagenImagenImagenImagenImagen
<center>Imagen
<center>Imagen

El más oscuro y sombrío de los senderos busca,
las huellas de unos pies ensangrentados sobre la roca dura;
los despojos de un alma echa jirones en las zarzas agudas
las cuales te dirán el camino que conduce a mi cuna
<center> <center>

Cerrado