

Ayer me escape de la clase de matemática, simplemente no quería entrar, y no lo hice, si, lo confieso, nos salimos Rosario, Enrique y yo.
Creo que empiezo a entender un poco a mis amigas cuando les entra la nostalgia, no lo se, solo se que no me sentía así desde hace mucho tiempo, me sentía vacía, tonta, me sentía un poco como Candy; llorando, llorando ay que niña¡ en fin pero lo hice.
Como fue? Pues como solía ser antes cuando era un habito mío y por qué no decir una costumbre entre mi grupo de amigas: desde la puerta de la clase ahí afuera, alguien (Enrique y yo) llamamos a Rosario que estaba adentro, simple, y ella salio, y bueno creo que ninguno de los tres queríamos realmente estar en clases de matemática, 3 horas seguidas de integrales y derivadas cansa la mente y el cuerpo, sobretodo porque las carpetas son muy duras, si tenemos suerte coges una con asiento de madera, sino, una de metal y esas te hielan las posaderas. Además que acabamos a las 9 de la noche, es bastante tarde para nosotros e induce al sueño. El asunto es que con los exámenes encima y el horario que cada vez parece más y más grande y el tiempo que se hace más y más corto…
Rosario estaba bajo stress, Enrique cansado y yo simplemente desganada y también triste para poder hacer algo, mucho menos prestar atención, no podía así es que le dijimos a Rosario que nos iríamos, (creo que Enrique lo dijo de broma) ella dijo que quería ir a bailar y yo solo no opuse resistencia, ellos entraron al salón a sacar nuestras mochilas.
Yo no tenía ni ganas de realizar la hazaña. El profe adentro sólo miraba como salían, (a los catedráticos universitarios no les importa mucho si están o se van), asi es que más fue el roche con los compañeros, aunque a decir verdad tampoco no era la primera vez que alguien lo hacía, pero nosotros? Jajajajaja, nosotros… mi chochera Rosario es delegada de la clase, Enrique y yo tampoco no somos unos relajados, por lo tanto, sí, era raro. También era raro para mí, porque nunca me había escabullido con ellos, sino una infinidad de veces años pasados con mis amigas que ahora están en otro salón, pero en fin.
Se dio y fue chévere. No digo que estuviera bien, solo digo que a veces es necesario escapara de la realidad, talvez este mal, talvez no, pero después de todo, todo es relativo, ayer nos parecía lo mas adecuado, después de todo también tenemos derecho a huir un poco de realidad de vez en cuando e irnos a bailar y a olvidar el momento solo escapar y estar allí en un pedazo de tiempo, independiente de todo, de los estudio de tu vida de los amigos de los compañeros, solo eso vivir el momento, escapar de la realidad de tu vida y buscar lo que sea, un escape. Eso hicimos y fue tan gracioso, divertido, emocionante.
Una anécdota digna de recordar. Ya estando en aquel lugar, nos preguntamos mirándonos las caras ahora qué? Jajajaj …solo lo que venga no? En fin, nos sentamos pero éramos solo tres, demasiado una jarra para nosotros, además descontando a Rosario, porque a ella le provoca nauseas el olor del trago y si estaba allí en ese momento era por nosotros. Entonces en vista de las circunstancias, fui a buscar a la U a una de nuestras amigas y, como es la vida no? Ni bien entraba a mi facultad la encontré junto con otro de nuestros patas, ella estaba un poco sentimental también, subimos y estuvimos bailando y divirtiéndonos con la gente que allí estaba, porque a pesar de ser jueves había chicos y chicas bailando, si fue divertido, pero éramos pocos y luego que se fuera aquel grupo de chicos, el lugar casi quedo vacío, solo quedaban mesas de borrachitos y bueno, también nosotros, pero éramos pocos, en la tele del videopub estaban poniendo una peli de cinemax, era una comedia romántica, con drew barrymore y ben stiller creo, Rosario estaba más atenta a la peli que al trago jajajaja y al final todos nos quedamos viendo la peli, que tal fuga verdad? Salir de la clase de matemática, irnos al pub para despejar la mente, pero al fin de todo nos quedamos viendo una película, en fin, es a fue mi travesía. Que talvez no tenga mucho de emocionante o excitante, pero si fue peculiar por la forma en que sucedieron los hechos y las personas que me acompañaron en aquel momento.
En fin, después de todo, sólo termino concluyendo en lo que siempre digo: situaciones extremas requieren medidas extremas.
Ayer cada uno de nosotros estaba en un extremo diferente, pero en un extremo
Rosario: estresada, Enrique: cansado, y yo triste y desganada, Angie y Cristian solo fueron victimas de las circunstancias.