Una noche días atrás soñé con tu voz. Soñé que juntos esperábamos a la luna frente al mar. Nuestras manos entrelazadas me causaban un escalofrío. Se me helaba la sangre mientras tu voz pronunciaba mi nombre. Los vellos se me ponían de punta, mientras mis mejillas se ruborizaban.
Mis ojos comenzaron a llorar, comprendí que aquello era un sueño y me negaba a despertar. Tú me preguntabas que porque lloraba, entonces nos fundimos en un abrazo, aun puedo sentir tu cuerpo pegado al mío. Miles de chispas volaron sobre el océano mientras el sol dejaba paso a las estrellas, y un fuego se poso en tu mirar. Me separe de tí y cogí tu otra mano te dije que jamás olvidaría la belleza que tus ojos mientras brillaban con locura.
Entonces nos envolvimos en un beso que casi pude sentir, mientras la luna toma posesión del cielo, una luna redonda y grande que nos baño con su luz. Sin previo aviso abrí los ojos y ya no estabas junto a mí. La luna seguía mirándome y una estrella surcó el cielo. Por el camino su destello trazó dos estrellas.
Me desperté de ese sueño aterrada, te había...perdido, entonces sentí el hueco que has dejado en mi vida, el hueco que la distancia a provocado desde el día que te conocí. Entonces decidí tomar el aire, salí al balcón de mi locura guardando el llanto tras mis parpados y al mirar al cielo ví una estrella que surco el cielo, algo mas baja, en un cielo sin luna. Busqué en su estela las dos estrellas que en el sueño vi. No las encontré. Veía miles de estrellas en el cielo, pero ninguna tan hermosa como la que vi en mi sueño.
Y preguntaras ¿No viste dos estrellas? Y yo desde mi inocencia te diré que solo vi brillar de verdad a una.
Gotita de Amor
