Una historia... de amor?? (parte II)

Inspiraciones y escritos en narrativas, cuentos y cartas.
Un hermoso baúl de los recuerdos. Más en El foro de cartas
Cerrado
Avatar de Usuario
jorkael
Novato
Novato
Mensajes: 8
Registrado: 14 Abr 2005, 12:42

Una historia... de amor?? (parte II)

Mensaje por jorkael » 05 Jun 2005, 21:49

:) Hola ... despues de mucho vuelvo a escribir bueno si alguien leyó la primera parte y quiso saber mas acerca de mi historia... es decir de la historia que escribo.. bueno aqui va la segunda parte :lol: que por cierto no es la ultima ya que aun falta mucho por contar, y hablando de contar les contare que me he dado cuenta de que al anterior mensaje nadie le ha dejado un mensajito siquiera buu.... :( eso me apena mucho , es que soy malo escribiendo??? :roll: .. bueno.. saben ?? me gustaria que me dejaran mensajes y bueno... digan algo saben?? yo creo que necesito mejorar y me gustaria que me hicieran ver algunos errores :pistolero: y otras cosas mas .. escriban ok??? eso me dara mucho mas animos estoy seguro, :mrgreen: bueno aqui va el relato,


:shock: ah si alguien quiere ver la primera parte aqui dejo el link ------>

http://www.shoshan.cl/foros/phpBB2/view ... hp?t=39408



:guiño: ahora si , aqui va el relato...

:rosa:

II

A lo largo de ese año fui entablando amistad con Rosita, yo la llamaba así, al igual que su madre y demás personas, lo aclaro por que en realidad se llamaba Rosalía, hermoso nombre... como ella. El hecho de tener el mismo negocio y por consiguiente una competencia mutua entre nuestras madres, no impidió que pudiéramos ser buenos amigos; a menudo venía a visitar mi tienda y nos íbamos a la parte de atrás, quedándonos ahí viendo la televisión por la tarde, también conversábamos sobre cualquier tema, el hecho es que siempre hallaba una forma de estar con ella, siempre podía saber sus cosas o por lo menos gran parte de ellas y estar en contacto con ella.
Rosita tenia una hermana mayor cuyo nombre era Yessenia, yo y quienes la conocían la llamábamos Yesi de cariño, también tenia una hermanita menor quien llevaba el nombre de Priscila, a menudo le poníamos sobrenombres, y recuerdo como una noche nos quedamos jugando y bromeando hasta que se hizo bastante noche y no me lo imagine en ese momento, pero me gustaba mucho la compañía de Rosita, el tiempo se pasaba volando a su lado, y cada instante era siempre tan valioso que no hubiera cambiado esos instantes junto a ella por nada en el mundo.
Todo en torno a nosotros fue una historia bastante compleja, cabe resaltar que de pronto en un clima de amistad y partiendo de las bromas, mi vida y la de Yesi empezaron a relacionarse mas allá de la amistad sin proponérmelo; pues bien algunos conocidos por ejemplo mi hermano empezaron a relacionarnos aunque yo en ese entonces solo sentía una gran amistad por ella. Sin embargo mucha actitudes suyas (hablo de Yesi) me hicieron pensar que realmente ella sentía algo especial por mí, no tengo la certeza absoluta de que ese haya sido el caso pero me parece que si fué así... No pude corresponderle en dichos instantes.

En esos tiempos yo gustaba de salir e irme a las discotecas con mis amigos, había aprendido algunos pasos de baile así que de vez en cuando bailaba, pues lo que mas me preocupaba era conocer muchachas y tratar de llegar a algo con ellas. Eso es a lo que nos dedicábamos un par de amigos y yo; y cada nueva conquista era el pan de cada día en la comunidad de chismes del colegio. Sin embargo no miento al decir que hasta hoy no he encontrado a nadie que me haga sentir eso que muchos expresan como parálisis del sistema nervioso y muchas ganas de vivir, eso que las personas dicen que les alegra la vida y les hace recordar que aún pueden seguir aunque no les queden mas fuerzas, eso que muchos poetas han tratado de describir, eso que simplemente yo llamo amor; eso tan grande que es mi amor por Rosita,... por mi Rosita.

El año transcurrió de prisa entre muchas noviecitas y sus lagrimas incluso, lagrimas que eran motivo de festejo por parte de mi ya mencionado par de amigos y yo, eran tiempos en que hacíamos niñerías y no nos importaba el dolor de quienes solo habían cometido el error de ilusionarse, para nosotros este dolor era tan ajeno a nuestras vidas como si no pudiéramos ver todo lo que sucedía alrededor nuestro, en ese entonces no sabíamos cuánto de verdad podía haber en esa frase que dice “ojo por ojo,....”; Simplemente queríamos seguir jugando con los sentimientos, .... no nos importaba nada más.
“ojo por ojo....”
En fin, el año transcurrió y de pronto invadió mi mente la idea magnífica, loca o quizá estúpida, de que algo podría nacer entre Rosita y yo, a pesar de todo, no era muy grande la diferencia entre nuestras edades, y de alguna manera podía sentir como poco a poco me invadían más los deseos de poder tenerla entre mis brazos y besarla, definitivamente empezaba a enamorarme.

De un tiempo al otro, sentí como Yesi y yo íbamos acercándonos más y más el uno al otro; la confidencia de su empleada me hizo entrar en la certeza de que algo especial sentía ella por mí, esto sumado a sus actitudes para conmigo que definitivamente delataban a una Yesi que se había enamorado o por lo menos que sentía algo especial por mí. Esto me causaba gracia, “mi amiga se había enamorado de mi”, me resultaba muy curioso; incluso Rosita fue cómplice de Yesi en toda esa novela al lado de algunos conocidos mas; hasta que un día esa situación, simplemente llegó a molestarme, entonces decidí no hablar más con Yesi. Esto por supuesto no afectaba mi relación (de amigos) con Rosita. Entre los dos las cosas iban muy bien todo era perfecto, una amistad muy grande,... muy grande; yo creía que el día en que pueda haber algo entre los dos llegaría, debía llegar. Secretamente iba desarrollando un gran sentimiento hacia ella.

Cuando atendía en la tienda solía conversar con mi madre; casi siempre conversábamos excepto cuando por alguna razón nos enfadábamos y la relación madre-hijo no era del todo pacifica. Pues bien un día en que nos hallábamos hablando: de la señora que tenía un restaurante, del cómo había cambiado; o dialogando sobre la venta del día que no había sido tan mala; tantas cosas de las cuales hablamos, entre ellas, la noticia de que la madre de Rosita había decidido cerrar su negocio y marcharse, solo oí eso luego no pude oír nada mas, no pude explicarme en ese entonces por que un frío temor invadía mi cuerpo y caía en conclusiones que me desesperaban. Era que un sueño se desvanecía; era que mi ilusión desaparecía.
Me puse a pensar en tantas cosas; pensé en que no volvería a ver nunca mas a mi Rosita, que ya no me iluminaría mas la luz de su mirada, o simplemente que moriría sin poder besar esos labios tan deseados. Entonces yo... ya no podía estar sin ella, yo... ya la amaba.

Había tenido días pesados en mi vida, cuando en el colegio se me acusaba de algo y debía pasar el resto de la mañana castigado, o cuando en la tienda de mamá luego de una mala noche debía permanecer todo el día atendiendo a los clientes, días en que ya no creía poder dar un paso más; días en que simplemente hubiese querido acostarme, dormir y no despertarme hasta que el sol vuelva a salir, días muy difíciles, pero nunca tuve un día como aquél que el destino fijó para alejar a Rosita de mí, el día en que habrían de devolver las llaves de la tienda y marcharse lejos quien sabe donde, quizá unas manzanas al norte, o quizá unos cientos de kilómetros al sur,... quién sabe donde!

Ese día comenzó con una leve llovizna matutina, el cielo acompañaba con su llanto a mi corazón, mi corazón que se deshacía en lagrimas de dolor, de pena, de amor; ese amor que lo partía en mil pedazos que como vidrios cortados desgarraban mi pecho abatido.
Durante ese día al recordar tantos momentos juntos, tuve que contener mas de una vez las lagrimas que pugnaban por brotar desde lo mas profundo de mi alma herida. Cada recuerdo invocaba mi llanto, un llanto que debía ocultar; era como tratar de sobrevivir en un campo de guerra. Aunque no lo demostré entonces... nunca supe superarlo.

Esa tarde pude ver a Rosita, pero no fue como siempre había sido, yo tenía en mi cuerpo un intenso frío y calor a la vez, sentía a cada instante esa sensación que te golpea y te deja sentado sin saber que fue lo que sucedió; sentía como las fuerzas me abandonaban y como el dolor calaba mi pecho durante toda la tarde una y otra vez, mientras al parecer a ella no le afectaba nada en lo absoluto, ella seguía como siempre radiante de dulzura y felicidad tan abundante, esa felicidad que me había transmitido tantas veces con solo una sonrisa. Esa tarde como las demás ella estuvo ahí conmigo y me hablaba y contaba cosas, no fue la excepción; y al verla tan calmada yo traté de fingirme feliz también.
La tarde se convirtió en noche y Rosita al llamado de su madre, se retiró a su tienda, ví cuando se despidió de mí haciendo señas con una mano. No me despedí de ella pues al verla distanciarse quedé inmóvil, en ese instante nuevamente me abandonó el alma y solo vi como se alejaba, y yo me quedaba simplemente mirándola. Quise gritar, quise correr y tomarla de la mano y abrazarla quizá, quise hacer muchas cosas en ese instante pero ninguna podía hacerse ya; sólo un suspiro salió de mi garganta un suspiro con su nombre casi silencioso pero que entonces fue lo mas fuerte que pude gritar, estaba desolado, estaba abatido.
Así me quedé viéndola mientras desaparecía tras las puertas de su tienda; una fuerza vino a mi y sentí que podía moverme y quise correr detrás de ella, ya no me importaba lo que piensen los demás, pero al dar el primer paso, mi pierna izquierda no se movió, me sentía como un tonto y mi corazón latía muy rápidamente.
Me dí la vuelta y crucé las puertas de mi tienda, fui a la parte de atrás y me recosté mirando al techo. Nada me importaba en lo absoluto, ya nada; se me estaba acabando el mundo. Simplemente me quede ahí acostado viendo el blanco techo de yeso.
Me hubiese gustado dormir en ese entonces, pero no; sabía que ni siquiera el sueño podría quitarme ese dolor del pecho. Tampoco me levanté y así transcurrieron un par de horas pensando y recordando. Volví al mundo real al oír la voz de mi madre que me ordenaba cerrar las puertas de la tienda, obedecí. Entonces por primera vez oí con gran detenimiento cada seguro que colocaba. Era como oír unas gigantescas agujas de reloj en cuenta regresiva. Yesi estaba en la puerta de su tienda yo me mostré molesto. De pronto una mezcla de sentimientos invadió mi ser y sé que de haber podido hubiese gritado, llorado y reído a la vez, era una confusión enorme en mi pecho, y a cada paso que daba sentía mi corazón explotar nuevamente. Pasé frente a la tienda de Rosita, estaba adentro siempre tan hermosa, siempre tan pura, siempre tan... no sé explicar con precisión lo que sentía lo que sentía en ese instante, pero me aproximo bastante con decir que mi corazón se detuvo tantas veces como segundos pasaron mientras la veía. La extrañaba y aún no se había ido, era tan fuerte mi agonía... así que no lo quise soportar mas. No la observé más, dí vuelta y me alejé con paso rápido y firme, una lagrima había comenzado a rodar por mi mejilla. Yo solo quería llegar a casa y dormir, llorar, quería sin duda morir.
Esa noche no dormí, no lloré..... y tampoco... morí.

:rosa:
"desde las arenas del olvido, desde la cima de la muerte, he llegado para hacer la ultima voluntad"

Avatar de Usuario
jorkael
Novato
Novato
Mensajes: 8
Registrado: 14 Abr 2005, 12:42

Re: Una historia... de amor?? (parte II)

Mensaje por jorkael » 06 Jun 2005, 21:38

jorkael escribió::) Hola ... despues de mucho vuelvo a escribir bueno si alguien leyó la primera parte y quiso saber mas acerca de mi historia... es decir de la historia que escribo.. bueno aqui va la segunda parte :lol: que por cierto no es la ultima ya que aun falta mucho por contar, y hablando de contar les contare que me he dado cuenta de que al anterior mensaje nadie le ha dejado un mensajito siquiera buu.... :( eso me apena mucho , es que soy malo escribiendo??? :roll: .. bueno.. saben ?? me gustaria que me dejaran mensajes y bueno... digan algo saben?? yo creo que necesito mejorar y me gustaria que me hicieran ver algunos errores :pistolero: y otras cosas mas .. escriban ok??? eso me dara mucho mas animos estoy seguro, :mrgreen: bueno aqui va el relato,


:shock: ah si alguien quiere ver la primera parte aqui dejo el link ------>

http://www.shoshan.cl/foros/phpBB2/view ... hp?t=39408



:guiño: ahora si , aqui va el relato...

:rosa:

II

A lo largo de ese año fui entablando amistad con Rosita, yo la llamaba así, al igual que su madre y demás personas, lo aclaro por que en realidad se llamaba Rosalía, hermoso nombre... como ella. El hecho de tener el mismo negocio y por consiguiente una competencia mutua entre nuestras madres, no impidió que pudiéramos ser buenos amigos; a menudo venía a visitar mi tienda y nos íbamos a la parte de atrás, quedándonos ahí viendo la televisión por la tarde, también conversábamos sobre cualquier tema, el hecho es que siempre hallaba una forma de estar con ella, siempre podía saber sus cosas o por lo menos gran parte de ellas y estar en contacto con ella.
Rosita tenia una hermana mayor cuyo nombre era Yessenia, yo y quienes la conocían la llamábamos Yesi de cariño, también tenia una hermanita menor quien llevaba el nombre de Priscila, a menudo le poníamos sobrenombres, y recuerdo como una noche nos quedamos jugando y bromeando hasta que se hizo bastante noche y no me lo imagine en ese momento, pero me gustaba mucho la compañía de Rosita, el tiempo se pasaba volando a su lado, y cada instante era siempre tan valioso que no hubiera cambiado esos instantes junto a ella por nada en el mundo.
Todo en torno a nosotros fue una historia bastante compleja, cabe resaltar que de pronto en un clima de amistad y partiendo de las bromas, mi vida y la de Yesi empezaron a relacionarse mas allá de la amistad sin proponérmelo; pues bien algunos conocidos por ejemplo mi hermano empezaron a relacionarnos aunque yo en ese entonces solo sentía una gran amistad por ella. Sin embargo mucha actitudes suyas (hablo de Yesi) me hicieron pensar que realmente ella sentía algo especial por mí, no tengo la certeza absoluta de que ese haya sido el caso pero me parece que si fué así... No pude corresponderle en dichos instantes.

En esos tiempos yo gustaba de salir e irme a las discotecas con mis amigos, había aprendido algunos pasos de baile así que de vez en cuando bailaba, pues lo que mas me preocupaba era conocer muchachas y tratar de llegar a algo con ellas. Eso es a lo que nos dedicábamos un par de amigos y yo; y cada nueva conquista era el pan de cada día en la comunidad de chismes del colegio. Sin embargo no miento al decir que hasta hoy no he encontrado a nadie que me haga sentir eso que muchos expresan como parálisis del sistema nervioso y muchas ganas de vivir, eso que las personas dicen que les alegra la vida y les hace recordar que aún pueden seguir aunque no les queden mas fuerzas, eso que muchos poetas han tratado de describir, eso que simplemente yo llamo amor; eso tan grande que es mi amor por Rosita,... por mi Rosita.

El año transcurrió de prisa entre muchas noviecitas y sus lagrimas incluso, lagrimas que eran motivo de festejo por parte de mi ya mencionado par de amigos y yo, eran tiempos en que hacíamos niñerías y no nos importaba el dolor de quienes solo habían cometido el error de ilusionarse, para nosotros este dolor era tan ajeno a nuestras vidas como si no pudiéramos ver todo lo que sucedía alrededor nuestro, en ese entonces no sabíamos cuánto de verdad podía haber en esa frase que dice “ojo por ojo,....”; Simplemente queríamos seguir jugando con los sentimientos, .... no nos importaba nada más.
“ojo por ojo....”
En fin, el año transcurrió y de pronto invadió mi mente la idea magnífica, loca o quizá estúpida, de que algo podría nacer entre Rosita y yo, a pesar de todo, no era muy grande la diferencia entre nuestras edades, y de alguna manera podía sentir como poco a poco me invadían más los deseos de poder tenerla entre mis brazos y besarla, definitivamente empezaba a enamorarme.

De un tiempo al otro, sentí como Yesi y yo íbamos acercándonos más y más el uno al otro; la confidencia de su empleada me hizo entrar en la certeza de que algo especial sentía ella por mí, esto sumado a sus actitudes para conmigo que definitivamente delataban a una Yesi que se había enamorado o por lo menos que sentía algo especial por mí. Esto me causaba gracia, “mi amiga se había enamorado de mi”, me resultaba muy curioso; incluso Rosita fue cómplice de Yesi en toda esa novela al lado de algunos conocidos mas; hasta que un día esa situación, simplemente llegó a molestarme, entonces decidí no hablar más con Yesi. Esto por supuesto no afectaba mi relación (de amigos) con Rosita. Entre los dos las cosas iban muy bien todo era perfecto, una amistad muy grande,... muy grande; yo creía que el día en que pueda haber algo entre los dos llegaría, debía llegar. Secretamente iba desarrollando un gran sentimiento hacia ella.

Cuando atendía en la tienda solía conversar con mi madre; casi siempre conversábamos excepto cuando por alguna razón nos enfadábamos y la relación madre-hijo no era del todo pacifica. Pues bien un día en que nos hallábamos hablando: de la señora que tenía un restaurante, del cómo había cambiado; o dialogando sobre la venta del día que no había sido tan mala; tantas cosas de las cuales hablamos, entre ellas, la noticia de que la madre de Rosita había decidido cerrar su negocio y marcharse, solo oí eso luego no pude oír nada mas, no pude explicarme en ese entonces por que un frío temor invadía mi cuerpo y caía en conclusiones que me desesperaban. Era que un sueño se desvanecía; era que mi ilusión desaparecía.
Me puse a pensar en tantas cosas; pensé en que no volvería a ver nunca mas a mi Rosita, que ya no me iluminaría mas la luz de su mirada, o simplemente que moriría sin poder besar esos labios tan deseados. Entonces yo... ya no podía estar sin ella, yo... ya la amaba.

Había tenido días pesados en mi vida, cuando en el colegio se me acusaba de algo y debía pasar el resto de la mañana castigado, o cuando en la tienda de mamá luego de una mala noche debía permanecer todo el día atendiendo a los clientes, días en que ya no creía poder dar un paso más; días en que simplemente hubiese querido acostarme, dormir y no despertarme hasta que el sol vuelva a salir, días muy difíciles, pero nunca tuve un día como aquél que el destino fijó para alejar a Rosita de mí, el día en que habrían de devolver las llaves de la tienda y marcharse lejos quien sabe donde, quizá unas manzanas al norte, o quizá unos cientos de kilómetros al sur,... quién sabe donde!

Ese día comenzó con una leve llovizna matutina, el cielo acompañaba con su llanto a mi corazón, mi corazón que se deshacía en lagrimas de dolor, de pena, de amor; ese amor que lo partía en mil pedazos que como vidrios cortados desgarraban mi pecho abatido.
Durante ese día al recordar tantos momentos juntos, tuve que contener mas de una vez las lagrimas que pugnaban por brotar desde lo mas profundo de mi alma herida. Cada recuerdo invocaba mi llanto, un llanto que debía ocultar; era como tratar de sobrevivir en un campo de guerra. Aunque no lo demostré entonces... nunca supe superarlo.

Esa tarde pude ver a Rosita, pero no fue como siempre había sido, yo tenía en mi cuerpo un intenso frío y calor a la vez, sentía a cada instante esa sensación que te golpea y te deja sentado sin saber que fue lo que sucedió; sentía como las fuerzas me abandonaban y como el dolor calaba mi pecho durante toda la tarde una y otra vez, mientras al parecer a ella no le afectaba nada en lo absoluto, ella seguía como siempre radiante de dulzura y felicidad tan abundante, esa felicidad que me había transmitido tantas veces con solo una sonrisa. Esa tarde como las demás ella estuvo ahí conmigo y me hablaba y contaba cosas, no fue la excepción; y al verla tan calmada yo traté de fingirme feliz también.
La tarde se convirtió en noche y Rosita al llamado de su madre, se retiró a su tienda, ví cuando se despidió de mí haciendo señas con una mano. No me despedí de ella pues al verla distanciarse quedé inmóvil, en ese instante nuevamente me abandonó el alma y solo vi como se alejaba, y yo me quedaba simplemente mirándola. Quise gritar, quise correr y tomarla de la mano y abrazarla quizá, quise hacer muchas cosas en ese instante pero ninguna podía hacerse ya; sólo un suspiro salió de mi garganta un suspiro con su nombre casi silencioso pero que entonces fue lo mas fuerte que pude gritar, estaba desolado, estaba abatido.
Así me quedé viéndola mientras desaparecía tras las puertas de su tienda; una fuerza vino a mi y sentí que podía moverme y quise correr detrás de ella, ya no me importaba lo que piensen los demás, pero al dar el primer paso, mi pierna izquierda no se movió, me sentía como un tonto y mi corazón latía muy rápidamente.
Me dí la vuelta y crucé las puertas de mi tienda, fui a la parte de atrás y me recosté mirando al techo. Nada me importaba en lo absoluto, ya nada; se me estaba acabando el mundo. Simplemente me quede ahí acostado viendo el blanco techo de yeso.
Me hubiese gustado dormir en ese entonces, pero no; sabía que ni siquiera el sueño podría quitarme ese dolor del pecho. Tampoco me levanté y así transcurrieron un par de horas pensando y recordando. Volví al mundo real al oír la voz de mi madre que me ordenaba cerrar las puertas de la tienda, obedecí. Entonces por primera vez oí con gran detenimiento cada seguro que colocaba. Era como oír unas gigantescas agujas de reloj en cuenta regresiva. Yesi estaba en la puerta de su tienda yo me mostré molesto. De pronto una mezcla de sentimientos invadió mi ser y sé que de haber podido hubiese gritado, llorado y reído a la vez, era una confusión enorme en mi pecho, y a cada paso que daba sentía mi corazón explotar nuevamente. Pasé frente a la tienda de Rosita, estaba adentro siempre tan hermosa, siempre tan pura, siempre tan... no sé explicar con precisión lo que sentía lo que sentía en ese instante, pero me aproximo bastante con decir que mi corazón se detuvo tantas veces como segundos pasaron mientras la veía. La extrañaba y aún no se había ido, era tan fuerte mi agonía... así que no lo quise soportar mas. No la observé más, dí vuelta y me alejé con paso rápido y firme, una lagrima había comenzado a rodar por mi mejilla. Yo solo quería llegar a casa y dormir, llorar, quería sin duda morir.
Esa noche no dormí, no lloré..... y tampoco... morí.
(continuará)
:rosa:
"desde las arenas del olvido, desde la cima de la muerte, he llegado para hacer la ultima voluntad"

locdyan
Novato
Novato
Mensajes: 3
Registrado: 06 Jun 2005, 21:43

Mensaje por locdyan » 07 Jun 2005, 11:23

pt q ta locaso broder sigue asi bueno no soy muy buen critico jeje yo recien empieso pero te puedo decir q si esta bacan lo unico malo es que no tengo intriga ose a esta bacan pero ponle mas intriga o sera por q yo ya me se la historia pt pue ser jeje pewro e sta bacan cholo de la pt male ok bye te cuidas y sigue inspirandote maisss ok.[/i][/list]
por que los locos aun podemos construir imagenes en el cielo, sonreir con la luz de una mirada, por eso me gusta estar entre tanto loco de mie..da conch...mare ca..jo...

Avatar de Usuario
Mystique
Forista Senior
Forista Senior
Mensajes: 571
Registrado: 01 Sep 2004, 01:17
Ubicación: Zulia la cuidad del calor

Saludos

Mensaje por Mystique » 10 Jun 2005, 14:49

Muy intensa historia sabes gracias por compartirla con nosotros veras que a veces no es del todo bien reservarse todo sigue escribiendo Saludos.
<center>

Imagen

Cerrado