Acá estamos de nuevo, unidos bajo estas frías paredes, mirándonos con la satisfacción de la complicidad y el placer de sentirnos superiores a los demás, ya que nadie nota lo que nosotros notamos al estar bajo estas húmedas y frías paredes.
Espectros de todas las especies nos rodean, sin provocarnos más que resignación. La ruina del suelo sucio, el humo del cigarrillo, mis ganas de amarte, todo acá, entre estas frías paredes, entre mi soledad y tu compañía, en este giro inesperado del destino que nos une separándonos tan irónicamente que me demuestran el verdadero origen de cupido, ángel del amor, de los enamorados que augura y lucha por el amor puro y su eternidad, escondiendo que es hijo del mismo Lucifer, pues, insertarnos en esta tragicómica situación, sólo puede provenir de una mente superior, una mente perversa y sádica que castiga por el simple motivo de amar.
Tu sola presencia me conmueve, me llena de lujuria, genera que de mi boca broten sonrisas naturales como agua de manantial, con la fuerza de la lava que nace desde dentro de mi corazón, quiero correr a buscarte, tomarte entre mis brazos para poder olvidar estas paredes que fueron testigo de nuestros encuentros, de nuestras sutilezas, de nuestra atracción y así, llevarte lo mas rápido que puedan llegar a volar las alas que este amor tuyo, y sólo tuyo, me ha otorgado en el instante mismo en que nuestros ojos se encontraron aquella, ya remota, primera vez.
Quiero cortar este silencio absurdo con tan sólo la mitad de todos mis deseos, de todos mis sentimientos, de todos mis miedos, dejar que me saques de mí soberbia, de mi orgullo y que me lleves más allá de mis ruinas, más allá de mi ser. Quiero dejarme arrancar de mis esquemas armados racionalmente y vivir, de una vez por todas, a tu lado la fantasía más ilógica, la utopía más utópica, sólo vivir a tu lado, un momento en plena y pura tranquilidad, donde nuestras almas se unan por toda la eternidad, sin límites ni fronteras, sin más que tu infinita inmensidad, la misma que brota desde tu centro, desde la pureza misma de la esencia que te conforma y rocía cada cosa que tocas, dejando tu perenne fragancia en mí, por siempre. Sólo dejarme morir en la vida que nace de las inolvidables ventanas tristes de tu ser.
Acá Estamos De Nuevo
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Acá Estamos De Nuevo
Peligrosa Soledad
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Para Azul
Bueno, muchisimas gracias! mi primera respuesta de la mano de un hermano mexicano, q orgullo y q honor!
Peligrosa Soledad