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Un día hace siglos ella recordó que lloraba
De lágrimas su cuerpo cubría y el silencio en su alcoba anidaba
ni el sol y su risa le hacían compañía, tampoco la luna y sus cuentos alegraban sus noches, ella en vela pasaba, admirando la luna, conversando de cerca, mirando los delfines como danzaban en el mar y las Ondinas reían en fiestas de perlas y sonetos que emburujaban los pescadores, ella sonreía al verlas alegres, pero las lágrimas en cristal se había transformado y sus ojos no se secaban, escuchaba las historias de los duendes que llegaban e antiguas tierras, describiendo sus vivencia, ella les admiraba por caminar fuertes, y divertidos pero ni las Ondinas ni los duendes, hacían que la sonrisa durara mucho la vida había sido negra , mezquina, pues nadie dijo que la vida justa seria... El tiempo pasaba, ella escondía su llanto para no entristecer sus amigos, guardo las lágrimas de cristal en un cofre llamado corazón, este dolía de tanto peso, pero sus amigos no las verían y así no sufrirán....
Un día cuando el sol brillaba alto, en su balcón un águila de tierras extrañas se detuvo
¿Tienes agua pequeña?
la niña le sonrió y miro desconcertada, trayendo agua en sus manos para refrescar tan magnifica ave, esta agradecida le relato sus vuelos, de los paisajes que había visitado, las montañas que su color cambiaban , de otras aves que su vuelo la acompañaban...La niña comenzó a soñar con aquellos parajes, cuando el ave en su mano deposito una flor , y sin darse cuenta ya había abierto sus alas y en el cielo se despedía, alzando sus magnificas alas que parecían de oro al volar de frente al sol
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¿Como serán aquellos países? se preguntaba la pequeña
Comenzó a soñar despierta de día, a seguir las aves con su mirada, pero al mirar la puerta no se atrevía a avanzar, pues si era tan triste su hogar no imaginaba alegría en otros sitios, pero soñó , soñó muchas veces despiertas otras tantas dormidas.
Una mañana muy temprano, una rana salto en su balcón , la pequeña se agacho para mirarla mejor, preguntándole por los paisajes que ella visitaba , el animal le describió los charcos llenos de barro, la alegría que le daban sus amigas, que en sus juegos la entretenían, la niña le pregunto ¿no eres feliz siempre?, no dijo la rana a veces el calor seca mi charco y no tenemos agua suficiente , pero tengo mis amigas juntas cantamos así nos alegramos, le avisamos a la lluvia que hace falta y luego ella deja caer sus refrescantes aguas, la niña la miro sorprendida ¿la lluvia no es llanto del cielo ?...
¡No! dijo la rana exclamando fuertemente, ¿Como va hacer llanto?, si ella riega las plantas, refresca mi charco, sin la lluvia no nacería tantas plantas en primavera, la niña le miro, en sus manos trajo agua para refrescar la rana, esta de un salto marcho del balcón sin antes darle un beso en la frente, diciendo al odido, no siempre el agua caída es llanto de los cielos.
La pequeña quedo intranquila, mirando la gran puerta de su casa, lo oscuro de aquel castillo, tan solitario, tan triste, pero prefirió soñar, soñar con el águila, y su alto vuelo, con los países donde ella volaba, soñar con la rana y su charco seco, esperando la lluvia de abril, soñó con las flores que en primavera despertaban, soñó con sus manos y el agua que caía de ellas.
Una tarde cuando el sol estaba en lo alto y el calor era fuerte, en el balcón de la pequeña, una serpiente se deslizaba, preguntándole a la pequeña , ¿porque tan solitaria?, la niña sin miedo se acerco respondiendo que no tenia muchos amigos que siempre estaba en su balcón sola, y luego le pregunto ¿de donde vienes?, la serpiente muy tranquila respondió, de paisajes no muy cercanos, arrastrándome camino siempre, acompañada del sol, calienta mi sangre así , vivo fuerte gracias a el, me arranco del frío, me arranco de la nieve, la niña intrigada , le pregunto ¿el sol no quema tu espalda?, ¡No ! dijo la serpiente, el sol es mi amigo, sin el yo no existo, el alumbra mis caminos, con su calor me alivia del letargo, ¿como va a dañar el sol?, si despierta las plantas en primavera, que ha regado la lluvia, ¿como va a ser dañino? , si el sol entibia los nidos de los canarios para que luego nazcan y canten al viento su bello trino, la niña desconcertada le trajo agua en sus manos para darle a la serpiente, esta le agradeció, bajando suave de su balcón, ¿te vas? Dijo la pequeña, si amiguita debo marchar y nuevas tierra conocer.
La pequeña en sus sueños encontró la serpiente, sus paisajes de arena, el cielo del águila, los charcos con lluvia de la rana, soñaba con las maravillas que le contaban, pero algo faltaba, porque no se atrevía cruzar las puertas de aquel castillo tan triste y lóbrego.
Una noche muy triste , decidió sacar el corazón de su pecho dejarlo en una jaula , para que no sufriera en su centro, así su corazón sonreiría de alguna manera, con el canto de los canarios, con el vuelo de águila y los cuentos de la rana con sus amigos esperando el aguan del cielo...Creyendo que hacia lo correcto, dejo su corazón en aquella gran jaula de oro y diamantes para ver si le alegraban y ella se durmió, durmió triste durmió un largo sueño teniendo la esperanza de sonreír alguna mañana.
Había pasado el tiempo, la niña dormía, seguía durmiendo, cuando un poetas de viejas tierras, entristecido paso por aquel castillo, cuando vio la pequeña, creyendo que estaba muerta, se preguntaba ¿porque tal decisión?... Dentro de sus batallas él había llorado, había ganado tambien perdido, pero seguía caminando, al observar la niña se dio cuenta que su corazón había arrancado, para no hacerlo sufrí... Él poeta saco su corazón, ya él había vivido demasiado no necesitaba sentir ni tristeza ni alegría, dejando en el pecho de la niña el corazón latiente de su centro, los colores le volvieron al rostro, él poeta caminando por el cuarto se encontró con una jaula, al despejarla se dio cuenta que allí estaba el corazón de la niña, este le contó las tristezas, el porque ella estaba sola, porque su tristeza, porque la poca creencia que en algún lugar la alegría habitaba, el poeta lo tomo entre sus manos, diciendo no te preocupes yo te cuidare, porque hay muchos secretos que aun no se enteran, hay que caminar fuerte para entender la vida, hay que seguir el paso para conocer la lluvia, para conocer el sol, para sentir la arena en tus pies y la lluvia refrescando tu cara, el poeta en su pecho anido el corazón, una fuerte tristeza lo invadió , pero también encontró los porque de tanto dolor...Con la fuerza del poeta el corazón revivio latiendo con fuerza, despertando del frió dolor... Cuando la niña despertó vio los ojos del poeta , este tomo su mano, para llevarla fuera, así la llevo por caminos que ella desconocía, juntos sintieron la arena en los pies, el sol en su cara y la lluvia refresco sus almas.
Con el poeta la niña visito la rana en su charco, se baño con sus amigas , sintió el aroma de las flores que nacían en primavera, con el poeta, conoció las tierras de la serpiente bañadas de sol, entendió porque le necesitaba para vivir, vio las flores nacer en primavera, con el poeta aprendí a sentir el vuelo del águila, sonriendo en el cielo, surcaron juntos las nubes, surcaron juntos los cielos... Cuando se cansaban, ella al poeta cuentos relatabas, los que le enseñaron las Ondina, los elfos, y los delfines que nadaban el encielo..
Entre los dos cuidan sus corazones, tomados de la mano conociendo otra tierra, empezando un camino que nadie imagino siquiera....
Un día hace siglos ella camina con su poeta, juntos de las manos, ahora ella no recuerda, el porque el llanto, el porque la tristeza, ahora siente la tibeza de sus manos, la ternura que nace en la profundidad de sus ojos enamorados.
EVA LUNA....
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