EL VUELO DE LA GAVIOTA

[un angel enamorado]

EL VUELO DE LA GAVIOTA

- Let’s GO; Carlos, Let’s GO
- Hurry Carlos
-
Eran las voces de 2 escoceses, ellos parados en la cima de una montaña no muy elevada, con una sonrisa y fumando uno de ellos una pipa, yo en la cima de una cumbre, abajo una altura de 250 mts, con un parapente al que le decía mi instructor “ la gaviota”

- Vamos Carlos, no hay tiempo que perder, vamooossss

Era la voz de Leo, el instructor de parapente que me animo por última vez, di un paso, otro, otro cada uno más rápido, tenía que correr para tomar vuelo, los pasos se transformaron en una carrera, ya no podía volver atrás, ni desistir, el solo pararme o disminuir velocidad sabría que me arrastraría y sería desastroso, provocaría un viento de cola que me haría caer y arrastrar, solo tenía que correr más y más, en mi mente solo pensaba, tengo que hacerlo, se que podré y corrí, corrí y dí un salto, un impulso final y.....

- Yaaaaaaa......exclamé

Y cierto, estaba volando, estaba volando como las aves, estaba volando la gaviota, dentro de mi dije, Yeehhhhh.....pero sabía que esto solo era el comienzo de todo una serie de manejos y movimientos que tenía que hacer con la barra de dirección, el solo abrir y extender los brazos apoyados en la barra implicaba la abertura o el cierre de las alas de la gaviota a la vez elevarse o descender, era las instrucciones que escuché a Leo, el instructor y de pronto se escucho su voz en la radio que llevaba en uno de mis brazos

- Muy bien Carlos, vas muy bien, abre un poco mas las manos, como te sientes me preguntó
- Estoy chévere, bacán le dije;

mientras miraba atónito abajo, estaba como a 350 mts del suelo y era maravilloso, maravilloso sentir, sentir esa sensación de volar, de sentirse como un ave, era sentir la libertad absoluta, ahora comprendía siempre desde épocas remotas como el hombre siempre quiso volar, sentirse como un ave, pero a la vez me hacía una pregunta, que hacía yo arriba, que hacía y como rayos fui a parar...mientras pensaba eso, mi mente se remontaba a una semana, dos, tres, un mes, dos, ...seis, ocho, doce, remotamente....era el año 2,000; mi país pasaba por una etapa de cambios políticos y de recesión temporal, era donde nuevamente el trabajo escaseaba en mi profesión como arquitecto, había estado hace poco laborando en la administración pública, en varias instituciones, pero como en toda coyuntura política, el trabajo se acababa cuando entraba un nuevo presidente, un nuevo alcalde, había laborado años atrás en provincias altas de mi ciudad, pero nunca me había ausentado de ella por largo tiempo, de pronto tuve la oportunidad de cambiar de giro, a hacer algo quizás muy distinto a lo que hacía y era laborar en una agencia de turismo, comencé primeramente a ayudar en la coordinación de la salida de grupos, para mi nunca fue problema trabajar en algo que no sea mi profesión, ya casi una década lo hice y demostré siempre que podía adecuarme a las circunstancias rápidamente, esta vez lo hice, quizás porque no porque no tuve una elección mejor, aparte que la agencia era de un familiar, quería sentir en mi vida algo distinto a todo lo que hice; me agradaba porque tenía la oportunidad de conocer mucha gente de todas las razas, de distintas latitudes y hemisferios; norteamericanos, latinos, europeos, asiáticos, australianos y africanos y es que el Cusco es eso, es ombligo del mundo, lugar de convergencia de todas las razas, de todas las sangres, mis conocimientos de historia y arquitectura del pasado, además del conocimiento aunque no fluido del idioma inglés me ayudo varias veces para hacerme pasar como guía y también a conocer magníficos paisajes, conocer a mi bello Cusco por dentro y por fuera; pero la pregunta seguía latente, que rayos hacía yo allá arriba con todo un equipo sofisticado volando en un parapente, creo mi que naturaleza de mi personalidad y mi forma de ser, me llevó hacer eso, pues no era la primera vez que me ponía hacer algo, en la temporada que estaba en la agencia, llevaba grupos aparte de sentir la sensación de manejar la camioneta a más de 100 km/h, me agradaba sentir la adrenalina, la sensación de peligro, en ocasiones anteriores me había subido en bicicletas montañeras y bajar pendientes a más de 80 km/h, o escalar una roca o hacer rafting en un río caudaloso y pude, pude... pero volar,??....me remonté a minutos antes de volar y escuchaba aún el reto que me hizo el instructor, que este deporte era de personas con nervios de acero, con personas nacidas para el peligro como esos escoceses que se dedicaban a la pesca del bacalao en mares muy peligrosos de su país, bueno ellos vivían con el peligro a cada instante, pero incluso así no se animaban a volar, yo le dije :

- It’s easy friends, I never fly, but I can fly in this it, (Es fácil amigos, nunca volé en eso, pero puedo volar)

Creo que los retos y las situaciones riesgosas me interesaron siempre, pero dije dentro de mí un momento, ALTO, si puedo hacer esto, porque no puedo hacerlo con mis cosas, con mi situación, cierto en turismo se podía ganar bien, super bien, aparte de poder conocer personas muy lindas y no me referiría a chicas exclusivamente si no al trato de personas...claro aunque ha veces siempre había circunstancias que se daban para ir a las discos, a los pubs, donde el CUSCO ya tiene una fama ganada, donde las noches cusqueñas son exclusivas y maravillosas, con gente de todas las razas, pero el dinero no es todo en la vida, menos la diversión, si no como me sentía yo, analicé rápidamente y verdad que no me sentía bien, quería laborar en mi profesión, pero no había en mi ciudad, entonces dentro de mi dije, si hice esto, volar, porque no puedo dar un impulso mayor y salir, salir de mi ciudad....claro, porque no??.....mis ideas iban y venían de pronto una voz me saco de mis pensamientos, era la voz de Leo por la radio que me hablaba exasperado

- CARLOS, Carlos, abre tus brazos, ábrelo, estas cayendo, abre, abreeeeee

Pero demasiado tarde, ya caía, entonces me serené, era cuestión de segundos, tenía que guardar la calma, la serenidad y me acordé de las instrucciones que el daba a los escoceses que había que buscar las corrientes de aire caliente ascendentes, eso hice pero no había, veía el altímetro, como el reloj descendía rápidamente 3900 mts, 3840 mts, 3780 (el lugar que estábamos estaba a 3600 m.s.n.m) y seguía cayendo y cayendo

- Diablos, diablos......decía dentro de mi, es el fin, es el fin...??
-
pero confiaba en mi, se que no lo sería, confiaba que no era aún mi hora y mis recuerdos a las noticias titulares de un mes atrás, donde un instructor capacitado y experto había fallecido en su parapente, y......el reloj seguía descendiendo, bajaba como un ave, como un ave herida que cae del cielo, después que le dieron un tiro, dando vueltas, eran los últimos 100 mts, mi pecho estaba hinchado, sentía la respiración casi inmersa en mi garganta, mi circulación estaba a 100 por hora, la voz de mi instructor lo sentía ya fuera de mí, como si se extinguiera, como palabras intrecortadas

- C a r l o s s s......abréeee , abre los brazooosssssss

Pero mis brazos estaban abiertos, estaban decía, lo que el no sabía que no había corriente de aire ascendente y por eso caía, el reloj del altímetro marcaba 3655, solo faltaba como 55 mts y caía y caía y de pronto una voz dentro de mi

- Hijo, no es aún tu hora, no lo es, solo si diste este paso, da el otro donde tu quieres estar, donde es tu capacidad, donde es tu desarrollo y logro

Rayos dije, no se de donde salió eso, pero ahí mismo sentí algo agradable en mi rostro, era una brisa de aire caliente y un sacudón fuerte en mis brazos, era el freno del aire caliente que detubía la caída del parapente, pero ya estaba casi en tierra, así que seguí cayendo, pero mas lento, más despacio, caí y me arrastro algunos metros como 15 o 20, pero no me paso nada, solo unos rasmillones en toda mi espalda, en mis piernas estaba aún vivo...mire alrededor y dije

- Estoy bien, Gracias, GRACIAS DIOS ¡!!!

Leo y los dos turistas escoceses, vinieron a prestarme auxilio, yo con una sonrisa, le dije

- No paso nada, I’m O.K....thanks
-
Luego de alguna cafeteada severa del instructor, nos despedimos en una quinta turística con un par de cervezas heladas, para brindar aún mi no partida, los años han pasado, 5 para ser exacto y el impulso que dí con la gaviota, lo hice en mi campo profesional, han sido ya 5 las ciudades y zonas que he laborado, fuera de mi ciudad, todas en zonas alejadas, lo pude, lo logré ese salto, ese vuelo que hice, son varios los colegios, las postas médicas y otras edificaciones que hice y me siento realizado, esa voz que sentí dentro mío me ayudo a poder realizarlo, por eso siempre recuerdo a la “gaviota”, al vuelo de ese día que me impulso a ser mejor, es cierto perdí la oportunidad de tener las emociones y placeres de trabajar en el turismo , pero gane otra y es el de sentirme bien conmigo mismo.

UN ANGEL ENAMORADO

[Cinnerea]

La experiencia con la que nos deleitas en deliciosa narrativa me ha encantado.
Albricias Carlos, sigue nutriendo mi alma con tus historias.
Un beso

[un angel enamorado]

GRACIAS LINDA POR TUS BELLAS PALABRAS, ES GRATO SIEMPRE PODER SATISFACER EL ALMA CON ALGUNOS DE MIS ESCRITOS.
NOS ESTAREMOS COMUNICANDO

ATTE

CARLOS ENRIQUE

UN ANGEL ENAMORADO