El breve viento hacia bailar los rizos de sus negros cabellos, era de estatura media, de 45 años, pilar de una familia, tenia dos hijos Ricy e Hilda, con su amada Lucrecia.
Jhovany percibía ya cerca las luces del verde campo deportivo, respiraba profundo y exhalaba lentamente, mientras su cabeza era un torbellino de cosas que lo abatían, siempre en busca de la perfección, los problemas del negocio, sus amigos no admitidos por Lucrecia, sus hijos que le exigían tiempo y su misma amada que lo atosigaba.
Sus tenis pisaban la unidad deportiva, dando unas " buenas noches, compermiso" se abrió campo encabezando un grupo de 6 personas, que recorrían el lugar; Jhovany seguía tratando de relajarse, quitarse un poco de estrés del pesado día de labores.
Unas de las personas, que seguían con igual rapidez sus pisadas, hablaban a cerca del triunfo que habían tenido tras hacer una operación de negocios, Jhovany que los escuchaba se decía para el mismo "triunfo, éxito palabras tan anheladas para mi, recuerdos de tantos sueños y proyectos que se truncaron después del matrimonio por que con el llegaron las responsabilidades pagos, prontos embarazos y la absorción de ella".
Las personas seguían calentando, acerca de lo satisfactorio que es saborear el éxito por lo que tanto se ha luchado.
Jhovany se decía " yo nunca he triunfado siempre me he esforzado mas solo sigo en el camino hacia el, solo soy un buscador de éxitos;-mmm creo que si hago unos movimientos de ciertas cosas estaré mas cerca de obtenerlo, si se ser exitoso."
Recorrían su espalda unas gotas de sudor mojando su ropa deportiva, y continuaba su marcha mas rápida cada vez como tratando de escapar de algo.
Al cabo de unas cuantas horas tendía su marcha de regreso, pero aun resonaban en su pensar las palabras escuchadas.
Al llegar a casa, Lucrecia corrió a darle un beso y preguntarle como le había ido en el día, por que el no fue a comer al medio día, y del negocio había partido a la unidad deportiva, cambiándose en el establecimiento sus ropas.
El secamente y con el seño fruncido contesta:
-Las cosas están bien, Lucrecia nada de que te tengas que preocupar.
-¿y los niños?
-Están dormidos, se cansaron de esperarte.
-¡No empieces Lucrecia, hoy no puedo con tus cosas, crees que yo no estoy con ellos por gusto!
-Perdona, yo solo te digo que te extrañamos
-Sabes, para quien trabajo tanto, para ustedes, para que no les falte nada para que tengan todo.
-Amor nosotros te queremos, y de verdad te extrañamos, Ricy quería que le ayudaras con una tarea e hilada quería que la llevaras a comprar una nieve.
-Mmm todo lo tengo que hacer yo Lucrecia, ese es tu deber.
-Si lo se, solo que ellos querían estar con tigo y yo me les uní.
-Bueno haber mañana ya déjame, me daré un baño y no voy a cenar.
Tristemente Lucrecia se cambia de ropa se mete bajo el floreado edredón y sus rosas sabanas, mientras su rostro se humedece.
Jhovany toma una cerveza de la nevera y prende el televisor de la sala, como esperando que ella se duerma para no tener que enfrentarla.
-Rendida ella se duerme esperando envano a su hombre, de madrugada
Despierta palpa la cama que aun tiene un lugar vació, se pone sus pantuflas y sale de la recamara, va a la sala donde aun destellan las luces del televisor, en la mesita hay algunos botes de cerveza y en el sillón se encuentra su esposo dormido.
Apaga el televisor y se recuesta a su lado mientras le da un tierno beso en los labios, el semi despierta la ve y le comenta:
-Dime mujer nunca alcanzare el triunfo, me estoy envejeciendo y la vida pasa igual.
Lucrecia responde:
-Jhovany de que hablas, tu eres la persona mas victoriosa que conozco, eres el sol que nos cobija, te doy todo mi ser por que es todo lo que tengo, amor tu mereces sentirte mas amado, tenemos unos hijos maravillosos sanos fuertes que te adoran y yo soy feliz de sentir el calor de tus brazos, si hay algo que quieras hacer solo hazlo sin exigirte siempre mas, disfruta tu presente, deja el pasado y el futuro que tanto te atormentan, hoy cuentas con nosotros y eres el rey de este hogar, pienso, corazón ,"que el fracaso no existe es simple opinión que alguien tiene sobre como cree que deberían hacerse las cosas."
Amor tu haz lo que tengas que hacer solo hazlo no te cuestiones
Jhovany abrazo a su esposa y le dio un beso en su mejilla y ambos se encaminaron a su lecho, cuando el cielo ya estaba aclarando, y el kikikiqui del gallo se oía, y el ruido de los carros de los hombres que salen de madrugada a trabajar, y el trinar de los pajaritos anunciando un nuevo día.
El decidió levantarse tarde y disfrutar de ese día con su familia, mientras se decía " muchas cosas van a cambiar, muchas cosas van a cambiar."
Fin, te lo dedico corazón
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