

Ahora que has levantado el vuelo,
dejándome solo con mis sueños,
tantos momentos que vivimos,
tantas alegrías,
y ahora todo se ha caído.
Recuerdo como si fuera ayer,
cuando juntos vimos
aquél amanecer,
tú me tenías en tus brazos,
yo tan pequeño,
y tú tan alto.
Tú me enseñaste
a andar en bicicleta,
corrías atrás de mi,
y no dejabas que me cayera.
Pero ahora,
que solo me has dejado,
no sabes padre mío,
¡cuánto te extraño!
Paso noches enteras llorando,
me acuerdo de cuando
me arrullabas cantando.
Papi, te necesito tanto,
necesito tus consejos,
tus regaños, y tus abrazos.
Donde estés, por favor no olvides
que te quiero y lo mucho que te amo,
y que mientras estuvimos juntos,
fueron de los momentos
más felices que he pasado.
Y lo que en vida te dije,
lo repito y lo sostengo:
fuiste el mejor papá del mundo,
y eso, aunque hayas levantando el vuelo,
no cambia, pues tú,
lo sigues siendo.


