tan solo tu sombra ha quedado,
y en un rincón desolado,
mi alma yace ya herida,
Tu que una vez me dijiste,
que solo a mi me amabas,
¡mentiras!, declarabas,
en cada beso que me dabas.
Contéstame ahora, dime,
si es verdad que tu me amabas,
¿porqué sola me dejabas,
cuando yo te necesitaba?.
Pues yo sufrí con tu silencio,
sin saber de ti, días pasaba,
y por las noches lloraba,
pues yo a ti te amaba.
Ahora estoy sola tendida,
en un rincón desahuciada,
triste y desconsolada,
pues tus mentiras creía.
Hoy si lees este poema,
¿ fue mentira si decías,
que tu corazón ardía,
cuando mis ojos mirabas?.
Y, aunque haya pasado el tiempo,
yo a ti aun te amo, pues,
si en la tierra se quiere,
y en el cielo se ama,
yo a ti te buscara,
en una estrella cercana,
pues mi corazón aun te ama. atte: ana hernández



