no he concluido mi poema,
pensando en tus tiernos ojos,
se me fueron las ideas.
Y no supe de que hablar,
si de otoño o primavera,
o de una gris avenida,
con hojas amarillentas,
o de un camino profundo,
bordeado de madres selvas.
Y no sabía de que hablar,
pues para mi tú.. que ocurrencía,
la de seguir recordando,
tus ojos sin transparencias.
Tras un cielo habitado,
se intercalo mi cabeza,
sin dejarme conponer,
la primera parte si quiera,
y cada vez una frase,
cambiada por otra nueva,
los ojos se me nublaban,
y no veía las letras.
De tanto pensar en tí,
dejé esos versos a medias,
y me dispuse a escribir,
lo que en vida tú eras:
Una oscura fantasia,
una alegría incompleta,
o el puesto de partida,
hacia la más cruel odisea.
De tanto pensar en tí,
me reía de la tristeza,
que envolvía mi soledad,
mi corazón y tu ausencia.
Y recordaré una y mil veces,
el cariño que me dieras,
que no alcanzo a ser amor,
como el que yo te ofreciera. atte: ana hernández



