
NO CIERRES TUS OJOS
No te vayas,
¡escucha!,
¡ven!.
Que fácil es cerrar la puerta
con cerrojo,
que fácil es matar una ilusión.
A la vuelta de la noche está el enojo,
que señala la salida del edén.
Pierdo el paraíso de tus besos,
tus caricias, tu sabor.
Un trato, una esperanza,
una sonrisa,
se van de prisa
con dolor de corazón.
Íntimas palabras
con olor a duelo
me comen los oídos,
son mariposas en vuelo,
sonidos de besos,
que dicen un adiós.
No cierres tus ojos,
abre la puerta de tu alma
pon en práctica el amor.
Quiero estar
en la sombra de tu jaula,
cubriendo el túnel que te jala
hacia el mundo del horror.
Me necesitas,
toma mi mano
mi rosa, mi tiempo.
¡No te duermas!
dame tus labios,
¡No te abraces al dolor!.
Leonardo Sáenz B.
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