Quise bajártelas todas
Para que supieras cuanto te amo
Pero me fue imposible
Por mas que extendí la mano.
Después fui al arroyuelo
Y quise adueñarme de él
Para regalártelo todo
Y por mas que traté de correr
Se me escapaba y feliz continuaba
Su curso al océano.
Como no conseguí ni arroyo ni estrellas
Quise atrapar a la luna que, brillante,
Sobre mí se extendía
Más no la alcance mientras mas yo quería
No pude tomarla ¡Qué pena la mía!
Al ver mis sueños frustrados, pues
Ni luna ni estrellas tenía,
Ni al arroyo que corría;
Se me vino una idea
No soy dueña de nada, pero puedo
Regalarme a ti porque te quiero.

