Dile a ella que lo nuestro es pasado que de mi te has olvidado, que no recuerdas el calor de mis brazos, que el sabor de mis labios se te ha amargado, que no dejé huella en tu corazón enamorado y que nuestros sueños se quedaron a un lado.
Nunca le digas a ella que caminábamos tomados de la mano, que en cada rincón nos besábamos, que todo el tiempo lo disfrutábamos, que al mirarnos decíamos un te amo, que por las noches hablábamos y que con un espontáneo suspiro nos amábamos.
Dile a ella que ya no hay amor entre tu y yo, que solo existe indiferencia en los dos, que cada quien está con su nuevo amor, que nunca nos volveremos a encontrar, que en tu mente está solo ella, que en tu corazón esta el amor para ella y que nunca nos volveremos a escuchar.
Pero no le digas a ella que yo fui quien te enseñó a amar, que en nuestros sitios todavía se siente la humedad de aquel momento donde nos solíamos amar, que las estrellas nos recuerdan nuestro amor, que las noches suelen ser frías cuando juntos no podemos estar y no le digas nunca que tuvimos un travieso sueño de amor.
Dile a ella que me has dejado de amar pero nunca le digas que siempre me recordarás.
Dile a ella que nada te faltará pero no le digas que me extrañarás.
Dile a ella que siempre la querrás más no le digas que a mi siempre me amarás.
Y yo tampoco diré que hay un juramento el cuál guardaré en aquél baúl donde guardo todos tus recuerdos.
