
<center>Postrado frente a un altar de mentiras
escuchaba el trágico final
que la humanidad sufrirá,
en una capilla de metal
a la que obligado fui a entrar.
Las voces en eco,
las falsas plegarias que al cielo elevaban,
pero entre las paredes morían,
aturdían mi conciencia y perturbaban mi calma.
Mientras sigiloso permanecía
escondido detrás de cantos desconocidos.
Mi vista se cruzó con el campo
que dormía en el horizonte
pero las paredes de concreto
me vomitaron a la realidad.
El deseo de escapar embragó mi ser
atrapado entre imágenes y vitrauxs.
La libertad corría por el campo,
detrás de las paredes de la civilización
que contenían las desesperadas súplicas
de una multitud que aguardaba un Salvador.
Mi mente dormía en las praderas pero mi cuerpo permanecía
encerrado en medio de las sentencias de un extraño.
De pronto un gran estruendo exaltó mis sentidos,
el fuego de la tierra quemó mis cadenas.
Me vi bailando en la inmensidad del horizonte
que tan lejano me había parecido.
Por fin había escapado y no permanecía mas
al rebaño urbano del pastor inventado.
La brisa acariciaba mi cuerpo,
la sombra de un árbol protegía mi inocencia.
Una luz irrumpió con la calma del cielo,
fuego salió desde el suelo.
Ni quemado ni iluminado me levanté y seguía
postrado frente a un altar de mentiras.
Autor: CHILD-OF-THE-GRAVE