
Me niego que el silencio se lleve mis palabras
y las vuelvas hojas secas en los pies de Otoño,
su muerte seria quebrar mis huesos en las rocas
no sabiendo quien fui antes de caminar.
Abstenerme de dar detalles de mi rostro
nombrar mi miedos a la cuenta del minutero
el retraso del dolor sobre la linea de mi espalda
con un grafitos de ayuda en la frente.
Todo vuelto desagravio debajo del viaje de las nubes
agotamiento de lucha en las rodillas;
No se escucha el trinar de ninguna ave
en las puertas del verano que se ven en la calle.
Hay vida descompuesta en el pasado tras mi,
solo existe la mano que nunca me deja escaparme,
el amor de una distancia que sigue mis pasos
y de sus labios tengo la piedad para levantarme.
Eres tu que haces de mis días el girasol en mi cuerpo,
la batalla de levantar de entre escombros toda fuerza,
como no agradecer a la vida que tenga sabor a instantes
si al saberme amada pujo de mi vientre la muerte.
No sueltes mi mano alquimista,pedacito de cielo
ayúdame en esta búsqueda de identidades...
sigo amándote sin fronteras,plena y hembra
para besar el sendero de tus huellas.
Yolanda Román
Derechos Reservados©Junio 17,2006</center>