<center>

</center>
<center>
TU DULCE VOZ
<center>

Camino en este difícil y cansador camino
con una venda en los ojos, para no contemplar
las desgracias que a cada rato tengo que mirar.
Los actos de ingratitud, las pocas manos amigas,
que no son capaces de a esos seres poder ayudar:
a la clase humilde, que a veces en su estómago
nada tiene para llevar.
<center>

Mas aún en este silencioso mundo
donde todos son sordos para no escuchar
los gritos de lamento, la ayuda por un pan
escucho tu voz, que calma mi interior,
que apaga este fuego que tengo dentro.
Que me dice: "¡Tranquilo, no estás solo.
Te ayudaré a hacer menos este tu inquieto dolor!
Dejaremos a ese gente sumida en su propia ignorancia.
Construiremos un mundo nuevo, con más amor".
<center>

Palabras que me alientan, que me levantan del suelo.
Esperanzas de poder volver a esa gente ayudar.
Creí que solo toda la vida iba a estar.
Mas ahora te veo, te siento, te escucho.
A tu lado ahora pienso estar
para quedarme con esta gente, mi gente,
que nada a nadie tiene que reprochar.
A ellos toda mi ayuda voy a dar.
Todo lo que pueda, con tal de poder una risa robar.
<center>

Camino de tu mano, hasta el mismo cielo.
En consulta con El Creador le agradezco de corazón.
Le lloro, le suplico, que este mi querido angel guardián
permanezca en mi vida, que nunca me pueda faltar.
Gente como ésta es la que ahora necesito
para seguir con mi difícil camino, para poder marchar
en un mundo donde hay escases de amor,
donde a cada rato hay huellas de dolor.
<center>

Mas tu voz lo calma todo, lo apacigua.
Calma los embravecidos mares, los deja quietos.
Es capaz de dominar fieras, con el sólo soplido,
el sólo aroma que sueles desprender
que aspira frescura, esperanza, cariño, mucho amor.
Esperanzas de tenerte aquí, conmigo,
habitando por siempre en mi corazón.
Guardián de mi sueños, de mis más tiernos anhelos.
No me dejes, humildemente te lo pido:
otro ser en esta tierra, como yo, no te ha querido.
<center>

Te reflejo mi amor expresado en estas letras.
"Te exijo" que te quedes iluminando mi camino.
Te suplico me acompañes en mis largas noches.
Contándome la historia del mundo,
todo lo bello que Dios creó.
Todas las hazañas de nuestros antepasados.
Todo lo que la historia en nuestras mentes dejó.
Hago todo esto por un simple motivo:
lo hago por lo que acabo de experimentar.
Porque quiero sentirlo nuevamente.
Porque quiero escuchar...
Tu Dulce Voz...
<center>

Lágrimas del Sol
Todos los Derechos Reservados ©
21 / septiembre / 2006
<bgsound src="http://www.samuelluis.com/baladas/Cristian Castro/simevesllorarporti.mid"autostart="true"loop="infinite">
Elisa María
</DIV></center>
</TD></TR></TABLE></CENTER>
</TD></TR></TABLE></CENTER>
<center>