


Hoy te vi volar entre el terciopelo nocturno,
la brisa de la sierra susurraba tu nombre,
y el eco resonaba en mi ser.
Hoy te vi, con el fulgor del astro rey y una
sonrisa se dibujo en mi rostro, alce la mirada y
vi tu figura tierna y viril que abrazaba con
delicadeza mi cuerpo.
Hoy te vi, dibujado cual bajo relieve en mi alma,
corazón y ser y supe que eras el amor que sonreí
y se va a mi lado en la eternidad.
Eres amor, fuego, dulzura que llega a mi cada día,
como el rocío vespertino que anuncia la primavera
y me lleva al ensueño amoroso.
Hoy te vi, mi ensueño de amor y mi corazón se enterneció
con tu dulce mirar y la suavidad de tus manos,
Hoy te vi y me quede junto a ti bordando sueños de vida.
María Auxiliadora Fernández Velásquez.
Mérida,26 de Octubre de 2006
6:55 P.M