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FUE UN 8 DE ABRIL
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Es el Abril que me trae en sus días el recuerdo,
cuando mi padre llevaba los gladiolos a su lecho.
Allí yacía mi madre, entre mármol y azulejos
y yo que era tan niña, sentía el llanto a lo lejos.
Lo acompañaban tres niños, fruto de ese amor tan bello.
En sus caritas muy tristes, respetaban el silencio,
cuando él orando hacia el cielo, pedía encontrar consuelo
para educar a sus hijos con amor, dedicación y desvelo.
Que pronto se van los años, me parece que fue ayer,
era un Sábado de Gloria, que se la llevó con El.
Resucitando en su cielo en una corona hermosa
que no tendría ya espinas, fue enfermedad dolorosa.
Santa mujer fue mi madre, sumisa aceptó la prueba,
dando valor a mi padre, sabiendo lo que le espera,
mientras sus ojitos tristes, acariciaban con pena
a sus hijitos queridos, en esa doliente escena.
Es pasaje de mi vida, hoy no lo siento un poema
del aquel 8 de Abril que me enseñó lo que es pena,
reviviéndola cada año y hoy con la tinta que quema
sobre huérfano papiro, ¿De mi vida?...Hondas huellas.
Por ellos te pido Cristo, que estén en tu paraíso.
Fe tengo en esa certeza porque fue esa tu promesa,
y este Sábado de Gloria, resucitarán contigo
velando desde tu cielo, por sus hijos tan queridos.
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Mujer de Espuma
Abril 2007
Derechos Reservados
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