Momentos que anuncian senderos de calma,
sublimes augurios que esperan llegar,
a ser simplemente sentires del alma,
que enseñan la forma de ser y de amar.
Segundos que se que sueñan con horas distintas,
que juegan un poco y pretenden lograr
hallar esas notas serenas que intentan,
las claves del tono poder descifrar.
Y el tiempo es testigo señal del ambiente,
sin prisa ni pausa se viene, y se va,
y yo simplemente recuerdo la vida,
sabiendo que es sólo canción del andar.




