De ser azul de cielo en un instante,
y de ser signo de vida y de alegría,
podría cantar de dicha, sencilla y anhelante,
y ser señal de amor y de poesía.
De hallar las luces que alumbran un encuentro,
mi corazón sería feliz y existiría,
en cada copla que rima simplemente,
con todo un mundo de sol y fantasía.
Pero con sólo llevarte en mis entrañas,
late armoniosa tu dulce melodía,
y en cada nota se esgrime tu presencia,
como si fuera a encontrarse con la mía.





