un clavel rojo,
una margarita blanca
y un crisantemo mortecino.
Para despedirme solo pude
hacer acopio de fuerza y honestidad.
Ahora que ya no esta en mis manos
el destino de lo que un dia tuvimos
es menester que me comporte como mujer
y acepte los resultados de la desicion tomada
que ya no tiene marcha atras.
Solo dire que te ame
con toda la fuerza y honestidad
que mujer alguna sintio por algun hombre.
Que quise entregarte las maravillas del universo,
que quise ser para ti fuente de consuelos,
pero solo me converti en dolores, en llantos, en duelo.
Hacia muchos atardeceres
no me habia sentido capaz de sentir así
tan plena, tan cierta, tan verdadera
y tan llena de dicha serena y valor.
Nunca creyeron tanto en mi como tu lo hiciste,
me hice volar de nuevo con alas relucientes
hacia cielos desconocidos pero atrayentes.
Me faltan palabras y me sobran culpas,
palabras que no expresan lo que quiero desearte,
que nunca te derrotes
y tengas la vista puesta hacia adelante,
que te des la oportunidad de amar y que te amen,
que triunfes, que crezcas, que seas el mas grande.
Culpas para decir que lo siento por no ser lo que esperabas,
por apartarte de mi vida siendo tu el que amo y yo la que amabas,
culpa por darte mas momentos tristes que de franca alegria,
por ser solo lo que soy y no haber crecido para darte vida.
Culpa por que esperabas mas de mi
y yo no quise dartelo,
por que mi naturaleza me hizo egoista y no quise compartir contigo
un futuro quiza demasiado herido.
Culpa por que mis ideales son los de una ermitaña,
por que no conjugamos en la crecion postrera de vida
que nos uniera quiza para nunca separarnos.
Solo puedo decirte hasta siempre,
solo puedo decirte que te ame,
solo puedo decirte que nunca,
pase lo que pase, te olvidare.