está lo esencial de cada realidad.
¿Qué pasaría si cambíaramos la fórmula
y estuviéramos sin estar,
dando cada paso sin pensar,
dedicándole tiempo a la vaguedad,
dejándonos simplemente al azar?
¿Qué quedará si ya no hay mentes;
solo cuerpos moviéndose como títeres
sin rozarse con voces que repiten,
un solo canto disfrazado con matíces?
Si ya no distinguimos entre blancos y grises,
o entre la libertad y sus límites
¡Todo se pierde, hasta el verde!
y la monotonía precede
a la indiferencia que se hace práctica y procede,
dejándonos sordos de los gritos de los que sufren,
ciegos, del egoísmo, del poder que destruye,
mudos de violencia que nos salpica consientes,
inmovilizándonos, curiosamente con una sonrisa aliciente.
Los respiros estan contados,
las sonrisas acabadas,
un destino incierto,
un estereotipo pintado
a la medida de un mundo sin "peros"
con una sola forma para caminarlo.
No hay vuelta atrás,
el barco esta en el medio de esta inmensidad,
hasta Dios parece ser una excusa para explicar
este desierto de almas, la culminación de la maldad,
conviertiéndonos hasta en enemigos de nuestra propia sombra,
de nuestra propia Identidad.
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Por un mundo mejor
