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Escojo la soledad día a día
y me pierdo tiernamente
en sus senderos perversos.
Encuentro una pequeña luz,
pero desaparece al llegar a ella.
Tontas ilusiones que se almacenan en mi vida.
Tontas esperanzas que me quitan lo poco que es en realidad:
La seguridad de saber que estaré solo,
acompañado de la muerte, y de la oscuridad.
Recorro otra vez los senderos del inframundo,
cazando esas pequeñas luces, encontrando más a quienes asesinar.
Un día encontré un lago, vi muchas cosas, y vi a alguien en especial, otro cazador, y al igual, lo intenté asesinar.
Sorprendido me ví cuando mi conciencia despertaba, y yo mismo estaba asesinado
Salí a volar ahora sólo con la muerte...Adiós a la soledad...
Había entrado en la pequeña luz...
¿Era realidad?
....
Escojo, de nuevo, el camino de la soledad,
ésta vez, lunas miles, de par en par,
recorren mi cabeza, viendo mi desdicha pasar.
Recuerdo a mis ángeles...
A mi ángel..
Recuerdo su rostro..
ésta vez no me acompaña...
Paso por laderas y túneles,
viendo rayos de nueva esperanza,
¿Falsas ilusiones?
Otra vez?
Si lo fue...
por que ahora no me acompañas,
mi dulce rocio.
GABRIEL YANCE VARGAS; para rocio