
<center>Se agotan los ángeles en el cielo,
Dios en su trono está llorando,
los guerreros del bien están huyendo.
La espada de la violencia empuñada a diario,
palabras amontonadas en engaños,
falsos santos en las iglesias,
cobrando multa por un perdón que no llega.
Dinero sucio sobre las mesas,
mortaja y cadenas sobre los débiles,
trafican con los sueños y los anhelos,
de quienes quieren bien a la tierra.
Perversiones, avaricia y secuestros,
todo camina en la mente de entes siniestros,
se ríen a espaldas de los nobles,
no saben que el Gran Juez solamente espera.
(El Jucio Final vendrá sobre sus cabezas)
Yo no lloro, no me quejo, no cierro los ojos,
levanto bandera, camino, abro cerrojos,
mi espada la pluma, mi bandera el papel,
asesinando las penas que por dentro me queman.
!Las penas de ver en el mundo, tanta sangre correr!
¡Dios, no te pido piedad para ellos,
pido JUSTICIA, porque ellos sí saben el daño que han hecho!