



¿Cómo detener cada instante que cae como gota al vacío,
cada granito, átomo divino, arena símbolo del tiempo?
¿Cómo escapar de la circunstancia que encierra cada instante?
¿Cómo sentir que no soy parte del complejo mecanismo de un suspiro?
¡Flujo y Reflujo de la vida universal microcósmica,
incesante en su movimiento!
¡Cruel amenaza, que anuncia detonante mi partida!
¡Sístole y Diástole, que mantiene encendido el poder absoluto de mi existencia en esta dimensión!
No puedo aún ser destronada del dominio de la vida,
¡DIOS!...Cuánto apego a la materia,
¡Y mi alma la forjaste de energía!,
sin embargo, no podría manifestarse sin la materia.
Déjame entonces reloj de arena, reflejar fielmente,
lo que impulsa al universo de mis grandes ojos negros,
a expulsar esa añoranza de ser lo que no he sido,
de decir lo que no he dicho,
de gritar lo que por dentro se desgarra,
ésta sed de justicia en la esperanza,
que se niega a renunciar al irrenunciable destino del silencio,
y a la ironía de tener que aceptar sin reprochar lo que no entiendo,
ni acepto, ni comprendo,
ó callar lo que no quiero,
sometiendo al corazón a dejar de latir, cuando por dentro,
el mismo se mantiene hidalgo, coloso, adonis, guerrero y majestuoso, por permitirme silente, bajo el sol, seguir viviendo.
¿Por qué? y ¿Para qué? -Me pregunta la vida en la razón-
Si sentido a la razón le he brindado a mi existencia.
¿Por qué la realidad se vuelve contra mí como sentencia?,
impidiéndome sentir, que los logros de experiencia,
no me bastan con vivir, si no tengo la presencia tangible de su amor,
que rebaza enajenado los límites de mi existencia.
¿Tan ciega estoy, o tan dormida está mi esencia?,
que inconforme se rebela por no conocer su verdad...
¡DIOS MIO!!...¿QUE ES LA VERDAD?
¿Acaso, es lo desconocido de instante en instante,
como esa misteriosa caída de granitos de arena, que bajan despacio, silenciosos, mecanicistas e inocentes, suspendidos en el misterio de tu
luz, tu mar, tu cielo, tu voluntad, tu espacio y tu conciencia?
¡Reloj de Arena!... Símbolo de muerte y existencia,
¡¡No me retes como fardo abrumador con tu presencia!!,
pues mi alma vá mucho mas allá de lo establecido en la apariencia,
de lo que puedas aportar victorioso tú a la ciencia,
de este mundo insípido en su creencia,
y conformista de aceptar ciegamente teorías ajenas
sin experimentar en pellejo propio,
lo que no les consta, o de vivir resignado
y miserable, la pobreza de su propia supervivencia.

Doral
(Todos los Derechos Reservados)
Asociación de Autores y Compositores Sinaloenses, A.C.
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