Revisando el equipaje antes de irse (Rumbo a Neverland)

[ISHMANGEL]

Desprovisto de toda atadura que me conserve el alma en la tierra…
de la sed de amar,
de profesar una entrega que se vacía en el silencio,
de lanzarse a la deriva,
en el vacío,
en la incertidumbre de ti,
de mí,
de todo lo que nos hizo y deshizo de un golpe,
de una palabra que se congeló en el calor de las voces,
de las gargantas,
de los lamentos que se callaron para sostenernos,
encuentro finalmente la ocasión…
para mi viaje.

Ya no tengo voces que me hablen ni me llamen
cuando se cierre la mirada sin un lamento.
Los ojos se esconden, con aquella lágrima que fue el amor
sostenido en el pecho sin fundamento,
y que se escapó vestido de soledad,
temeroso de su final que llegó entonces,
tras la nostalgia.

Nada me ata en esta desoladora ensoñación que es el tiempo,
ni el espacio que ocupa la materia vestida de mí,
ni el aliento que se esparce con la simpleza de las palabras,
ni la angustia que se quiso librar tras la esperanza
de volver a soñar ante la muerte.

Nada…
Que en esta hora se acerca el paso inicial hacia el viaje de mi tierra…
Aquel recinto sagrado en donde se abrigan,
los sueños que no duermen el imaginario de la vida o la muerte,
de la tristeza que se viste de fantasía,
de la agonía que se sacia con la nueva vida,
donde se sucede tras haberse dormido y despertado,
al anidar en el corazón el último refugio de un tiempo sin tiempo,
de un tránsito que se oscurece antes de la aurora,
de un amanecer sin ningún ocaso…
mi tierra de Neverland.

Ya ves…
Me despojo de todo antes de evocar la partida precisa,
aquella que escribirá con nuevo nombre,
de esta marchita y fúnebre existencia que lleva mi nombre:
si el comienzo se escribe con vida,
el boleto de viaje se compra con lo mortal.

Ya ves…
No esperes mi regreso pues marcho sin saber cuándo,
los pasos se aventuran sin quererlo,
me llevan suspendido sobre sus plantas,
me arrastran hasta la puerta,
que se abre como presagiando el momento que llegará.

Ay, que aquel gatito me contempla con su mirada triste,
y como despedida,
me impregna de su esencia,
de su piel suspendida en mi ropa,
para transitar conmigo el nuevo camino de sombras…
hacia la libertad.

Desprovisto de toda atadura que me conserve el alma en la tierra…
Me aventuraré conmigo sólo…
Sin ninguna pena que me sostenga entre este mundo y el nuevo…
Me embarco sin retorno,
sin nostalgias de tu alma…
a mi mundo de Neverland.
Es el final.<BGSOUND SRC="http://members.tripod.com/~net_sirk/tears.mid">

[literalyaritza]

Un viaje ansiado...que bonito ha plasmado usted, esos sentimientos de anhelo , de fuerza, quiero decirle que me ha encntado, y mucho, se asimilña mucho a un deseo que tengo..humildemente gracias...LITERAL YARITZA.

[Yolanda Román]

Bori,,un poema que me lleva a meditar
y el cual quiero regresar
vuelvo
Un beso

[JuanJosé]

<center>No es el viaje la ocasión es el destino del corazón
siempre hay que dejar para poder llegar
sentimientos desplegados en tan hermosa inspiración
Gracias por compartirlo.. Ishmangel..

un fraterno abrazo y gracias por tu comentario...

Juan José...</center>

[Doral]

Realmente honrada de poder dejarle mi huella en su jardín amigo poeta, porque sus letras hablan por su persona, y esa inspiración que posee, valores que admiro mucho, despegarse, desprenderse y despedirse de lo que mas amamos no es fácil, y eso merece un elogio especial.

Mis respetos a sus letras y mi admiración total a su persona.

Doral.