donde mi levantino poema se divierte,
donde mi barco juega mil veces con la muerte
y cada verso nuevo se lleva sus palizas...
En este rinconcito por donde te deslizas
soneto tras soneto buscando complacerte,
te busco tenazmente y aún sin conocerte
se crece mi esperanza mientras que tú agonizas.
Tu imagen cada día se torna menos clara;
empero, tú no tienes la culpa, vida mía.
La tienen estas alas que más y más me crecen.
Yo pienso qué sería de mí si no te amara,
por qué diversos mares mi nave bogaría,
quizá por esos mares que no nos pertenecen...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
