<center>"Inspirado en una historieta anónima"</center>
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PARA COMPRAR UN CENTIMO DE AMOR
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¿Cuánto dinero tu ganas? el niño le preguntó
y el padre de mala gana, molesto le contestó:
¿Te importa mucho la paga? Pero el hijo claro insistió.
Dímelo tu papá ¿Cuánto tu ganas por hora…?
¡Este muchacho que implora! ¡Ya ni me dejas leer!
Dime ¿Qué es lo que quieres saber? A nadie le digo eso.
Dime si ganas por hora o tienes fijo un ingreso.
¡Ay chiquillo que travieso! Ni a tu madre yo le cuento.
Siempre tienes un invento, husmeando como sabueso
y el niño siguió, siguió, preguntando sin demora.
¿Dime papi cuanto ganas? ¿Cuánto ganas por hora?
Y corrió hasta la ventana, como el que huye y se azora.
Y hasta allí llegó el nené, preguntándole otra vez:
¿Cuánto tú ganas al mes? ¿O tienes fijo un salario?
El…es un padre sin pies, jamás le alcanza el horario.
Y el niño con tanta fe, alegró al padre en su agravio.
Bueno te lo diré, pero nunca digas nada
y el niño desde sus pies, miró contento a la cara.
Gritó feliz con un brinco y el padre le musitó ¡cinco!
¡Cinco pesos y es por hora! El pequeño sin demora,
Casi como hacen los pillos, metió una mano al bolsillo
y le dijo: ¡Toma! ¡Toma¡ Quiero comprarte una hora,
esa hora de tu tiempo, porque siempre tu no estas,
¡¡¡Por fin llego ese momento de jugar con mi papá!!
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Osmani Llombart
Derecho Reservado
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