Con ansias locas de estar a tu lado
te espero perdida en la estación.
Te veo a la distancia,
mi corazón se acelera,
mi cuerpo comienza a transpirar.
Correría a esconderme entre tus brazos y
aferrarme a tu pecho fuerte muy fuerte
esperando que ellos me cubran
y que tu boca me bese
así en un instante descubrir lo infinito de nuestro amor,
pero simplemente te veo.
No reaccionas, ¿tienes miedo o vergüenza,
que el mundo nos vea y se entere de nuestro
amor... de ésta entrega sin condición?.
No lo sé
Pero no importa... te miro y no me importa,
solamente te observo.
Quiero que llegues a mí y me des tu tímido beso
y luego mirarme en tus ojos para llenarme de ellos.
Me tomas la mano y juntos salimos.
Estamos a un paso, pero el camino se nos hace largo
son los deseos de estar juntos que lo hace interminable.
Abres la puerta y me sedes el paso
adentro nos espera el perfume silencioso del cuarto
tus ojos me recorren prolijamente y
los míos piden a grito beberte.
Ciñes mi cintura con rebelde furia
tu pecho y el mío ya están juntos,
la cama extendida cómplice
espera que nuestros cuerpos se fundan en uno
mientras me estrechas entre tus brazos
y murmuras a mi oído
palabras en eternas noches soñadas.
Los minutos pasan sin darnos cuenta,
la armonía de nuestros cuerpos
no sabe de tiempo.
Tus besos me invaden por fuera
mientas tu fuego me come por dentro.
La cama esta mojada,
siento frío y
tu me enredas entre tu cuerpo tibio.
Los minutos pasan sin darnos cuenta,
la armonía de nuestros cuerpos
no saben de tiempo,
pero el momento de la partida a llegado.
La cama mojada, el perfume a frío, la luz apagada
son solos testigos de ese fuego encendido.
La puerta se cierra hasta un nuevo mañana.
