Éxtasis divino

[Poetamor]

El lecho está perfumado de ébano y flores exóticas
una melodía suave se desprende en amores
la luna besa la noche y tras los cristales el viento gime,
las almohadas y espejos se visten de fantasías.

La luz tenue refleja dos sombras que danzan,
es la danza de besos y caricias, de mordiscos y toques,
es la danza del sol y la luna en eclipse de amor.

Cuatro manos exploran sobre el vestuario común
mientras los labios se rozan, las lenguas se tocan y exploran,
y una unión de bocas desbocadas se entregan
desafiando a la noche, a la soledad que mira, al silencio que desea...

Aferrada una mano en la cabeza del amado besa
y la otra desesperada se hunde entre las ropas, entre las piernas;
aferrado a cintura él, desciende suavemente entre las ropas
apretando las protuberancias de tan hermosas tierra
separando sus montículos y volviéndolos a unir.

Un dedo se desliza hasta su fosa pequeña y esplora,
los gemidos se unen a la saliva y los labios se alocan;
las manos de lla suben derrepente, con suavidad liberan el torso
y las del amado quitan con cierta brusquedad las ropas transparentes
de la amada que luce su piel ardiente y fresca.

Besando y mordiendo de Eros su pecho, baban de la fémina los labios,
recorren el vientre con maestría tanta, robando moviemietos y suspiros;
de pronto besan ya le clavel amada, que erecto se muestra delicioso,
sus labios y lengua lo exploran y succionan con suavidad exquisita
mientras los gemidos rompen el aire, y el silencio canta...

El estambre de esa rosa deliciosa, con dos pétalos tiennos, recorren,
tan hermoso clavel de extremo a extremo, sin dejar espacio para celos.
En un isntante que la marea sube, se abre la rosa con deseo y ansias
y devora completo el endurecido estambre, provocado decires indescifrables.

El vaivén de esos labios sunccionando, el perderse del clavel en húmeda rosa
es el canto de dos seres que transitan del ahora a un mundo de pasiones.
Tales actos se repiten cada momento, él aprieta esa flor sobre su ser,
ella abre sus pétalos y bebe, de su vaso, placer y dulce miel...

No pudiendo más con tanta delicia, ella sube por el vientre y ardiente pecho,
se prende de la boca del amado, se desliza hacia el cuello y susurra:
Es tu turno mi unicornio azul, tu cuerno estuvo delicioso, mi rosita espera,
¿Qué harás? Y besando la piel suave en la garganta se deliza con pasión,
las orejas penetradas son de estambre que roba gemidos y emoción.

Los minutos siguen su camino, y los labios exploran dos racimos.
Son jugosos, son lamidos y mamados, las sirenas empiezan a cantar.
Delcios frutos del Olimpo endurecen su pétalo al ofrecerse,
él explora con las manos en el oasis y sus labios de las uvas liban vino.

Ese vientre de seda ardiente y suave, recibe besos y caricias,
y esos labios con arte de guerrero explora el monte sagrado,
lleva al templo del amor, con su estambre explora cada patio,
cada peta, cada cortina de oro fino, y al final se prende del altar
y se escucha las notas melodiosas de sinfonías mezcladas de humedad.

Esos pétalos recorren y succionan de la arquita que contiene el placer,
el estambre se introduce entre los pétalos y divino néctar
provocano remolinos y olas, mareas y corrientes, una explosión...

El tiempo ya no existe, los cuerpos giran, un número sagrado se forma de dos cuerpos,
los labios se prenden en su presa amada, besan, lamen, muerden, chupan, se hunden en ella...
Las sirenas ya no cantan, gritan extasiadas, el cielo llega, el uno nace, el ego muere.

Y siguen girando los cuerpos, ahora los labios se juntan, las estambres se acarician
y el clavel firme se abre paso entre la rosa amada perdiéndose en ella;
el universo canta, la unidad es total, una orquesta empieza el concierto,
miles de estrellas danzan, la miel se hace luna y la luna miel, y el sol brilla intensamente...
el eclipse es perfecto, los astros alineados mueren y renacen...

Miles de imágenes se gestan sobre el lecho, el cosmos se llena de constelaciones;
la balanza, la osas, el maritillo, la silla, la libelula, el escorpión...
el cosmos entero en figuras de estrellas en dos cuerpos viven, hermosa ilusión.
el tantra florece, los mares se funden, los volcanes erupcionan, termina el dolor...


Es la entrega santa, la muerte de dos, la vida de uno, la danza de amor.
La noche sonrie, el silencio canta, la soledad disfruta, la pasión ectalla.
Las hormonas festejan, las células gozan, la vida llega, la muerte se va.
La danza es eterna y se pierde en el sueño, la pasión remplaza al candor.
El éxtasis es sublime, dos cuerpos trenzados, dos almas unidas y un cielo para dos...

23 -07 -2004.

[Guepardo]

Me place mucho ser el primero en dejar un mensaje en tu singular inspiración.
Saludos, GUEPARDO.

[MARION]

Hola poeta
Intensa y gran inspiracion la suya
Mi saludo

Marion

[Poetamor]

TU COmentario me alegra.