

Déjame llenar tu cuerpo con mis dulces
besos de miel, pasar por tus oídos y
susurrarte cuanto deseo poder ser tu
mujer.

Mi cama hoy nos hace una invitación a
dejar que emanen nuestras ganas de
hacer el amor, que entreguemos todos
esos sentimientos puros que llevamos
dentro que surgen gracias
al amor.



Quiero recorrer cada rincón de tu cuerpo
y sentirme tu mujer, que en pleno silencio
de la noche lo único que pueda escuchar
sean tus gemidos llenos de placer.

No encuentro la hora en la que vuelva a
sentir tus labios viajando por mis senos
llenando mis ganas de seguir siendo tu mujer.



Poséeme con fuerza y hazme el amor
como si fuera la última vez, hazme perder
la noción del tiempo y tú olvida también la
hora que es.

Esta noche será de locura en la que nuestros
cuerpos se unirán y haremos el amor como
la primera vez.