
Cuando él no está, y viene la noche
con su oscuro manto a veces perlado
de estrellas, y la luna ilumina sonriente
la oscuridad de la noche, aún estando él
lejos no se separa de mis pensamientos,
sigo sus pasos, su risa, su alegría y sus
tristezas.
Recuesto mi cabeza en la almohada y en el
inmenso calor del ambiente, " siento frío "
pues sus brazos no circundan mi cuerpo, ni
su boca besa mis labios, ni su voz me
arrulla con palabras de amor.
Ven; calma con tus besos este anhelo,
y rompe con tu encanto... la distancia.

