Cuando sudas, cuando ríes, cuando me besas y amas
Y mirarte en las mañanas, con tú cabello rizado
Porque es negrito, bonito, dócil y alborotado
Me encanta esa naricita tan perfecta y respingada
Que tú rozas con la mía cuando me ves enojada
Y esa boquita tan dulce, igual que un cañaveral
La cual yo disfruto a diario, cuando me sueles besar
Me fascinan tus orejas, porque te hacen reaccionar
Y delatan tus flaquezas, cuando las suelo tocar
Me enloqueces con tus brazos, tú pecho espalda y caderas
Y disfrutar de tus piernas, cuando tú amor me generas.

