
Nadando entre brazadas fuertes acepte tu reto,
Desde el punto de destino miradas de gozo, revoltoso cual niño,
Reías a carcajadas, ganabas por un cuerpo.
Llegue a tus brazos veloz, jugamos como peces en el agua, me sumergiste ciñendo mi cintura, besándome con locura, ojos cerrados pieles juntas.
Salidos a la superficie, nuestras miradas encontradas, guiño de tus ojos coquetos, atrajiste el encuentro.
Sentí tu ser en el mío, fundimos sales y fluidos, pececitos de colores asomando aletas y branquias, Delfines ágiles fuimos, adueñándonos del inmenso mar.
Neptuno, apartòse ebrio de los humores percibidos, sintiose sonrojado, más no ofendido.
Sujetos a la malla divisoria, fuimos conjugando el verbo amar entre las olas, el sol brillaba con fulgores, esparciendo luces de colores, sobre amores encendidos.
Nos amamos de mil maneras inventadas, inventamos mil maneras para amarnos,
Fuimos peces, delfines, caracolas.
Amándonos en el mar, mecidos por el suave oleaje consumamos una vez más…
Nuestro amor sin límites y eterno.

